Patrimonio inmaterial: Rey Curré celebra su tradicional Juego de los Diablitos
Tradición indígena declarada patrimonio cultural inmaterial del país, se realizará del 23 al 26 de enero, en Rey Curré, Buenos Aires, Puntarenas
La comunidad indígena de Rey Curré, ubicada en el cantón de Buenos Aires de Puntarenas, estará de fiesta del 23 al 26 de enero, en celebración de su tradicional Juego de los Diablitos, manifestación catalogada como patrimonio cultural inmaterial de Costa Rica desde 2017.
El Juego de los Diablitos es una tradición ancestral que data desde tiempos inmemoriales y representa la lucha que tuvieron los antepasados indígenas borucas contra los españoles, durante la época de la Conquista.
Esta tradición se divide en diferentes etapas:
La Nacencia. Se realiza el jueves 23 de enero a eso de la medianoche. Para este ritual, los diablitos suben en silencio a una loma cercana al pueblo y esperan con respeto a que sea exactamente la medianoche. Al sonido de una bomba que anuncia la fiesta, sonará el caracol seguido por los tambores, flauta y acordeón. Los diablitos gritan, bailan, saloman y empiezan a descender de la loma, dirigidos por los caciques o diablos mayores, los cuales gozan de plena e irrefutable autoridad durante el desarrollo de este juego. El pueblo entero los acompaña a la distancia y juntos recorrerán, durante el resto del amanecer, todas las casas del poblado en donde son recibidos con entusiasmo y benevolencia, mientras comparten chicha de maíz y tamales de arroz. De casa en casa, diablitos y pueblo avanzan hasta el amanecer.
Primer día del Juego. El viernes 24 de enero, a eso de las 9 a.m., los diablitos regresan a la acción. Esta vez tendrán la aparición inesperada de un actor que se convertirá, por el resto de los días del juego, en su peor enemigo: el toro. Una figura simbólica semejante a un toro real, elaborado con madera liviana y atada a una cachamenta con la que embisten a los diablitos, interpretados por jóvenes indígenas del pueblo, vestidos con sacos de gangoche, con rostros protegidos por máscaras de madera de balsa, con diseños zoomorfos y antropomorfos. Esa será la dinámica del juego por los siguientes dos días de lucha: El toro ataca y los diablitos esquivan sus golpes.
Segundo día del Juego. Similar al día anterior; se suman más diablitos.
Tercer y último día de juego. Al llegar el domingo 26 de enero, al final de la tarde, los diablitos son parcialmente doblegados por el toro en una de las fases llamada “La tumbazón”, que representa una transición de suma importancia para el desenlace del juego. El toro, al dejar tumbados a los diablitos, huye a refugiarse en la montaña y al pasar de unos 10 minutos, los diablitos despiertan y se reincorporan a la lucha. Juntos van tras la cacería del toro que se esconde en el monte. Lo encuentran, lo atan y lo llevan arrastrado al centro del pueblo donde lo matan, lo queman y, en señal del triunfo, se reparten de manera simbólica sus partes, concluyendo así el tradicional “Juego de los Diablitos” en Rey Curré.
Para Uriel Rojas, miembro de esta comunidad indígena, “el Juego de los Diablitos es un importante espacio cultural en donde convergen una serie de conocimientos prácticos y teóricos, que representan la cosmovisión ancestral. Detrás de cada máscara, de cada vestuario, de cada saloma, comida o bebida, hay un extracto de la identidad colectiva propia de nuestros antepasados”.
Por su valioso aporte a la identidad nacional, el Juego de los Diablitos fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de Costa Rica desde el 2017 bajo el decreto ejecutivo Nº 40766-C.
De acuerdo a Lilliam González, miembro de la Comisión Cultural de Rey Curré, “los diablitos representan la identidad del pueblo que sigue en pie de lucha en defensa de sus derechos culturales y por eso su esencia se debe fortalecer cada año. Como representante de la voz femenina indígena de mi comunidad, quiero exhortar a nuestra niñez y juventud a que cuide por siempre esta tradición que nos heredaron nuestros antepasados, para que se pueda seguir transmitiendo de generación en generación como parte de nuestra riqueza cultural”.
¿Cómo llegar a Rey Curré?
La comunidad indígena de Rey Curré se ubica en la zona sur de Costa Rica, en el cantón de Buenos Aires, provincia de Puntarenas, a 220 km. al sur de San José.
Su acceso es muy sencillo, ya que se ubica a orillas de la carretera Interamericana Sur, entre Palmar Norte y Buenos Aires. Se cuenta con servicio de autobuses, que pasan por Rey Curré cada dos horas.
Se recomienda a los visitantes reservar hoteles y cabinas en Palmar Norte y Buenos Aires, los cuales se ubican a 20 minutos en carro de Rey Curré, donde no se cuenta con servicios de hospedaje. Para mayor información, comunicarse al tel.: 8709-3735, o en el Facebook Rey Curré Yimba.
Programación Juego de los Diablitos Curré 2020 - https://tinyurl.com/usxdqjq
Gigantes, caretas de abuelos y brujas le esperan en el Centro de Patrimonio Cultural
Colección de mascaradas tradicionales estará en exhibición hasta el 31 de octubre, Día de la Mascarada Tradicional Costarricense
En el año 2013, el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural (CICPC), adquirió una colección de mascaradas tradicionales durante el certamen Nuestras Artesanías Tradicionales, con el propósito de promover esta tradición tan arraigada en los costarricenses, cuyos orígenes se remontan a la época colonial.
Es así como desde esta fecha el CICPC, le da la bienvenida a los visitantes en octubre de cada año, con la exhibición de gigantes, cabezones y caretas de abuelos y abuelas, diablos y brujas, entre otros personajes, que son las tradicionales mascaradas que se utilizan en Costa Rica para celebrar el Día de la Mascarada Costarricense.
Este día se celebra los 31 de octubre, desde el año 1997, según lo establece el Decreto N° 25724-C.
¿Por qué hay una fecha especial para esta tradición?
Según este decreto, uno de los objetivos primordiales del Estado es promover el conocimiento de las diferentes manifestaciones culturales existentes en nuestra sociedad, como un aporte dirigido a recuperar y consolidar la identidad cultural del ser costarricense. Dentro de nuestras costumbres más arraigadas se encuentra la elaboración y desfile de mascaradas, permitiendo esto la expresión de tradiciones antiquísimas, así como el talento creativo de nuestros artesanos.
“La artesanía mascarera costarricense, presente en las diferentes actividades culturales, constituye un elemento importante para la educación y recreación de nuestro pueblo y mediante dichas actividades, el costarricense adquiere conciencia y madurez sobre la importancia de preservar y difundir la realización de mascaradas como símbolo de expresión cultural”, menciona el decreto.
La exposición en el Centro de Patrimonio Cultural incluye un par de gigantes, tres mascaradas de casco, dos pares de cabezones y seis caretas. Sus autores Rigoberto Ramírez, Mario Solano, José Francisco Garita, Miguel Moreira y Joaquín Palacios fueron los ganadores de las distintas categorías del certamen de 2013.
La muestra estará en exhibición de lunes a sábado, de 8 a.m. a 4 p.m., en el Centro de Patrimonio Cultural, ubicado 50 metros al oeste de la Plaza de la Cultura, Av. Central. La entrada es gratuita.
¿Qué es la mascarada tradicional?
Es una artesanía realizada mediante un proceso manual que incluye arcilla o barro para moldear el rostro, varias capas de papel, alambre, masilla, cola blanca y pintura. Se decora con abalorios, botones, pelucas, ojos de vidrio, vestidos de colores -por lo general de segunda mano o hechos con retazos de tela-, artes y otros elementos a gusto de su autor.
Además, se le denomina tradicional por los personajes que representan como la bruja, el diablo, la calavera, el gigante y la giganta, entre otros que se han mantenido a lo largo del tiempo.
La mascarada está asociada con festividades: fiestas populares, el turno en los pueblos, ferias escolares, fiestas para recaudar fondos con algún fin específico, y otras actividades de este tipo. “Es una actividad que nos remite a un ambiente festivo, a algo bonito, divertido y, principalmente, nos refiere a la niñez”, expresó Sonia Gómez, historiadora del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural.
“Ya sea por susto o por diversión, los chiquillos son los que más se impactan con los que comúnmente hemos llamado “los payasos”, además, la salida de éstos y su recorrido por las principales calles del pueblo, casi siempre está asociado a la música de la “cimarrona”, a las bombetas, los bailes y las comidas tradicionales. Todo esto junto crea un ambiente de placer, de regocijo, de algarabía que hace que ésta se constituya en una de las tradiciones más queridas de los costarricenses”, agregó la historiadora.
Según Gómez, esta tradición fue introducida en Costa Rica por los españoles en la época colonial (Siglo XVII) y se fusionó con las prácticas rituales de origen amerindio. “La mascarada, como la conocemos hoy día, es el producto de la fusión de culturas y del sincretismo religioso; es un ejemplo de nuestra pluriculturalidad y de nuestra forma de ser, de nuestro carácter alegre y festivo”, afirmó.
¿Cómo nace la mascarada en Costa Rica?
Las primeras apariciones de las mascaradas se dan durante las “fiestas agostinas” que se celebraban desde la época colonial en honor a la Virgen de los Ángeles en el barrio o “Puebla de Los Pardos” de la ciudad de Cartago, para entonces, capital de la provincia de Costa Rica.
Según el historiador cartaginés Franco Fernández, el origen de los llamados “mantudos” o “payasos” se halla en la aparición que tenían algunos vecinos de condición humilde, denominados “parlampanes”, que vestían risibles disfraces (principalmente máscaras representativas de animales), quienes bailaban y correteaban entre el público antes de que iniciaran las “corridas de toros”.
Posteriormente, en el siglo XIX es Rafael Ángel (Lito) Valerín Roldán quien impulsa o crea las mascaradas tal y como hoy las conocemos. No se sabe a qué edad inició esta actividad, lo que sí se conoce es que desde joven hacía figuras con jícaras que movía como marionetas. Su devoción a la Virgen de los Ángeles lo llevó a la creación de los mantudos, oficio que realizó hasta 1910, heredándolo a su hijo Jesús.
Jesús Valerín se dedicó a este oficio, continuó con la tradición y devoción de su padre en la confección de las mascaradas y durante muchos años las utilizó en las fiestas de agosto. En la elaboración, Jesús utilizaba arcilla o barro de olla -traída del Tejar de El Guarco-, yeso, papel, alambre (para las máscaras de petatillo), así como la tanela y la tuna.
Años más tarde, por su avanzada edad, decidió vender los moldes y mantudos a los hermanos Pedro y Manuel Freer, quienes la dieron a conocer por los diferentes pueblos de Costa Rica, principalmente en el Valle Central. De esta manera, además de contribuir con la revitalización de la tradición, se expandió con el surgimiento de otras familias mascareras, entre ellas, la familia Arias en San Antonio de Escazú (Pedro Arias y su hijo Amado); Pedro Salas y Beto Vega, en Barva de Heredia; y otras en Aserrí y Alajuelita.
En años recientes se reconoce la labor de los hermanos Abelino y Guillermo Martínez Solano, en San Rafael de Oreamuno, quienes heredaron ese oficio de su padre, José Martínez Hidalgo. Asimismo, las mascaradas de Jorge Antonio “Topo” Vargas, en Santa Ana; Marvin Chamorro y Enrique Barboza, en Escazú y Jorge Corrales, en Aserrí.
“Nuestra mascarada es importante para la cultura y tradiciones de la nación porque se le reconoce como la principal manifestación popular tradicional de carácter festivo del Valle Central -donde tuvo su origen- y ahora, una de las manifestaciones culturales más extendida por todo el país. Es una de las tradiciones de origen hispánico más arraigada en Costa Rica desde la Colonia”, subrayó Gómez.
Para la historiadora se debe fomentar, precisamente, por ser una de nuestras tradiciones más antiguas y por ser una manifestación en la que se fusionan nuestra cultura ancestral y la cultura hispánica.
Esta tradición se ha mantenido a través del tiempo por su arraigo en la gente y, aunque decayó en algún momento, en los últimos años se viene revitalizando. El uso de las mascaradas en los últimos años en las fiestas de cumpleaños, de matrimonios, de graduaciones y otros acontecimientos especiales, además de la publicación de investigaciones y el trabajo que realiza el Ministerio de Cultura y Juventud, ha permitido su revaloración y mayor uso.
Fuente: Sonia Gómez Vargas, historiadora, Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural.
actividad cultural Jala de piedra y a donar para nuestra colecta de víveres no perecederos
Costa Rica Azul invita a la actividad cultural jala de piedra y demás actividades tradicionales que se realizarán desde el viernes 28 de setiembre y se extenderán durante el fin de semana, hasta el domingo 30 de setiembre. La Jala de piedra es una tradición del pueblo Bribri Cabécar que consiste en halar una piedra de un pueblo a otro, en este caso se trasladará del pueblo de Dique al pueblo de Amubri, el día 29 de setiembre y se desarrolla a través de la participación de todos los habitantes, donde unen sus fuerzas para halar la piedra. La actividad iniciará a las 9 a.m. con un acto cívico, posteriormente inicia la caminata para cruzar el río Uren, finalizando con actos culturales de tradiciones como molida de la piedra y tejida de hojas.
Culturalmente tiene un significado especial. Según comenta Danilo Layan líder de la comunidad, se reúnen 4 piedras en un mismo lugar para formar una maqueta ¨la de este año es la tercera piedra y es un símbolo cultural nuestros ancestros, las utilizaban para moler toda clase de alimentos como por ejemplo maíz, café, chocolate y pejibaye. La piedra representa materia viva, unión, fuerza y el trabajo en equipo¨. Con el pasar de los años esta tradición se había estado perdiendo, sin embargo, el médico del pueblo llamado Justo Adelino, incentivó para que los más jóvenes de la comunidad no olvidaran el conocimiento y el acto de esta tradición tan significativa. De esta manera amigos y vecinos se reúnen para este valioso evento, que además es divulgado por la radio local de Talamanca, para dar aviso a todas las personas y motivarlas a participar.
Al Dr. Christian Rivera y Costa Rica Azul, se le dedicará el desfile realizado el día 28 de setiembre, el cual es conmemorativo a las actividades que se realizan en el resto del país por las celebraciones de la independencia. Para esta actividad se espera que asistan aproximadamente 2000 personas y se tendrán más de 20 grupos de bandas entre colegios y escuelas de la región, además de presentaciones culturales. Se dedica este desfile por el esfuerzo y la valiosa amistad que une al Dr. Rivera con el pueblo, donde cabe rescatar el apoyo tan grande que ha dado a los niños de la zona suministrándoles útiles escolares, entre otras cosas, manifestó Layan.
Además de ser parte de tan significativo evento y en agradecimiento a este reconocimiento, Costa Rica Azul realizará una la colecta de alimentos no perecederos y por ello la invitación a donar y ser parte de esta actividad con la entrega que realizaremos a la comunidad. Enlatados, cereales, leche en polvo, pastas, arroz, frijoles y demás pueden ser entregados en el centro de recolección ubicado en Clínica Zahha, 550 metros Sur del McDonald's de Plaza del Sol, Curridabat, de 7 de la mañana hasta las 7 de la noche. Las donaciones serán entregadas por el equipo de Costa Rica Azul a la comunidad el fin de semana de las actividades. Además, las donaciones que se hagan en efectivo a las cuentas de Costa Rica Azul se destinarán a mejorar las condiciones de radio Talamanca, que es un importante mecanismo de comunicación para los habitantes de la zona.
Para quienes quieran conocer y disfrutar de esta actividad, se cuenta con hoteles en el pueblo de Suredka, donde podrán hospedarse disfrutando de la hospitalidad de la zona, de sus habitantes y ser parte de la tradición, formando parte de esta maravillosa experiencia. Para los visitantes se tendrán diferentes actividades en las que podrán compartir las tradiciones y hospitalidad de Talamanca; disfrutar de música tradicional, venta de artesanías, deliciosas comidas y actividades culturales. Para más información con Danilo Layan al número 8319 8757.
Agradecemos atención a esta buena noticia y la divulgación de esta nota entre su público. Para información: http://costaricaazul.com/
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