Se llama “Artefacto 112” y podría ser un metate o asiento elaborado en madera de roble.
La exposición se centra en explicar el proceso de restauración.
Para ponerlo en valor se necesitó de la investigación de alta tecnología en alianza con LANOTEC-CeNAT
Un objeto de madera excepcional, con más de 2300 años de antigüedad, exhibe en este momento el Museo Nacional, se trata de la exposición “Artefacto 112”, ubicada en las Casas de los Comandantes del Museo Nacional, hasta el 20 de noviembre.
El objeto fue llamado así pues los arqueólogos no están seguros si era utilizado como metate o asiento durante la época precolombina; lo que sí saben es que es un objeto con valor excepcional, debido a que fue elaborado en un material que comúnmente no se conserva en nuestro país por las condiciones climáticas.
El “Artefacto 112” llegó al Museo en el 2018. Había sido huaqueado de un sitio arqueológico ubicado en Paquera, provincia de Puntarenas, por la forma en que fue extraído, sin ninguna medida de conservación, el objeto estaba “a punto de colapsar”, según las palabras del conservador Alexander Reyes.
La preservación de objetos precolombinos en madera es sumamente difícil, el clima costarricense no es propicio para la preservación de ese material debido a la humedad y la proliferación de microorganismos que provocan la destrucción acelerada del material.
La exposición se centra en el objeto y en el proceso de investigación de alta tecnología al que fue sometido por conservadores del Museo Nacional e ingenieros del Laboratorio Nacional de Nanotecnología (LANOTEC-CeNAT) para conocer detalles de su elaboración y conservación y buscar la mejor forma de someterlo a un proceso de restauración que lo pusiera en valor para el disfrute, conocimiento e investigaciones actuales y futuras.
La restauración fue un reto para el equipo de especialistas. El proceso incluyó la toma de imágenes a escala nano (súper pequeñas) para conocer la composición de la madera y la creación de una prótesis por parte de un equipo de ingenieros de LANOTEC-CeNAT, para reemplazar la parte faltante mediante una impresión en 3D, explicó Rodrigo Mora, ingeniero investigador del Laboratorio.
En la exhibición podrá observar una infografía, con imágenes del proceso de restauración, que explica las diferentes acciones realizadas para la preservación de este objeto único que, 2300 años después de su creación, nos acerca a la historia de los pobladores originarios de este país.
Los metates fueron realizados, en su mayoría, en piedras de origen volcánico. Uno de sus principales usos fue el doméstico, para procesar alimentos, aprovechando la parte superior de forma cóncava, el plato, para colocar los productos y triturarlos con una piedra redondeada.
No obstante, también existen metates que fueron utilizados para rituales o como ofrendas funerarias, que destacan por sus decorados minuciosamente realizados, producto de la creatividad y una gran destreza manual. Otros metates se utilizaron como asientos. Los arqueólogos consideran que el Artefacto 112 pudo servir para preparar alimentos o como asiento.