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Adrián Arguedas muestra su faceta como aprendiz a través de obras inéditas

  • Nueva exhibición se acerca al reciente proceso de creación del artista donde predomina su continua búsqueda de respuestas a la pregunta quiénes somos.

  • El resultado es un conjunto de metáforas visuales que se relacionan con las nociones del viaje, el ritual, el aprendizaje y los vínculos humanos.

La incesante búsqueda de respuestas de Adrián Arguedas a la pregunta quiénes somos da origen a grabados, pinturas, esculturas, ensambles e instalaciones que recuerdan que todos somos viajeros, sujetos de cambio, resultado de los vínculos con los otros y aprendices. A partir de esta indagación, Arguedas muestra una faceta desconocida y nueva de su proceso de creación en la exhibición El aprendiz, que abrirá al público el próximo 7 de marzo, en las salas de exhibiciones de los Museos del Banco Central de Costa Rica, bajo la Plaza de la Cultura.

En esta reciente etapa, Arguedas se aleja de las interpelaciones de orden político, social y religioso que caracterizan su trabajo previo, -aunque mantiene algunas referencias a sus obras anteriores-, para explorar la existencia humana desde una perspectiva introspectiva e íntima.  

“Los procesos relacionados con mi trabajo los suelo asumir con el mayor compromiso posible; como si fuera el último o el primero. En el caso de El Aprendiz, con mucha mayor razón, porque se ha relacionado con un proceso de autoconocimiento”, explica Adrián Arguedas.

Como es habitual en el trabajo del artista, las obras de esta exhibición enfatizan la existencia de un bagaje cultural híbrido, en el que coexisten aspectos de algunas cosmovisiones amerindias, con otras de carácter colonial y otra de orden contemporáneo. Así, las referencias a iconografías y simbolismos ancestrales coexisten con registros expresivos propios de la infancia, íconos de la sociedad de consumo y de la industria del entretenimiento, de la imaginería religiosa y de las tradiciones populares.

Estas apropiaciones adquieren sentidos inesperados en la exploración técnica y de materiales que hace Arguedas, sin abandonar el grabado y la pintura. Extiende las fronteras de su trabajo mediante los ensambles, las esculturas en madera y en piedra, y las instalaciones.

María José Monge, curadora de artes visuales de los Museos, profundiza en esto y propone un recorrido temático y visual dividido en cuatro apartados: el viaje,  el ritual, el aprendizaje y los vínculos. Cada uno sugiere claves de lectura de las obras que conforman esta muestra.

“La exhibición procura propiciar una experiencia inmersiva en las reflexiones y en las búsquedas del artista. Fue concebida como un gran viaje en ese universo que se fue configurando a partir de las dudas, las preguntas, las rupturas, las exploraciones, los equívocos y los hallazgos propios de cualquier proceso. Ese es el viaje del aprendiz y esa es la experiencia que procuramos compartir con quienes visiten la muestra”, explica Monge.


Del viaje a los vínculos    

Todo inicia en la Barca, obra instalativa que invita al visitante a empezar el viaje, título de la primera sección. No es una travesía meramente física, sino que se trata de la transformación del ser visualizada a través de referencias simbólicas como la barca, la cueva, la casa cósmica, la semilla, el agua, la diosa madre o la serpiente. Todos estos elementos se asocian a la visión cíclica de la existencia, que pasa por diferentes estaciones o esferas entre la vida, la muerte y el renacimiento.

El recorrido continúa con imágenes asociadas al ritual, visto como un suceso transformador que hace tangible los procesos de reinvención del ser humano. En esta segunda sección, aparecen referencias a ofrendas precolombinas, a prácticas de decapitación, a danzas propias de la mascarada, a la coronación u otros rituales de iniciación. Ejemplo claro de esto se encuentra en obras como los Danzantes o los Caminantes.

El tercer apartado -llamado el aprendizaje- incluye un conjunto de obras que problematiza sobre las relaciones de control, de sometimiento, de adaptación y de resistencia que surgen en los procesos de educación formal. En esta sección se agrupan una serie de ensambles de materiales muy contrastantes y obras bidimensionales de figuras desmembradas, mutiladas o tachadas, que remiten a lo aprendido desde marcos violentos. Obras como El equilibrista, el Camarín, La Mano o Juego evocan estas oposiciones que llevan al ser humano a construirse y deconstruirse continuamente.

Finalmente, “lo que somos” no puede negar los vínculos con los otros, título que recibe la última sección de la exhibición. Aquí aparecen retratos de personas que han acompañado al artista en su viaje y sus transformaciones. Son sus amigos y familiares. Estas obras tienen un valor especial porque constituyeron la génesis de El Aprendiz.

En esta sección, Los soñantes, -como los llama Adrián-, son una suerte de retratos de personas que tienen un lugar importante en el universo afectivo del artista. Lo interesante de ellos es que su representación ha sido objeto de transformaciones corporales por parte de él. Como si tratara de evidenciar la marca distintiva que entrañan los vínculos que ha establecido con ellos”, detalla Monge.

El diseño del recorrido por la muestra pretende que el visitante inicie un viaje, se adentre en una cueva y reconozca el carácter cíclico de la vida. Las estaciones educativas lo invitan a crear su propia historia de viaje y a profundizar en las múltiples referencias técnicas, visuales y materiales que Arguedas explora como si estuviera dando los primeros pasos como artista.

La muestra incluye más de 40 obras y estará abierta al público hasta setiembre de 2019.  

Actividades complementarias

  • Taller de pintura con el artista /  Marzo, 2019

  • Recorridos insospechados / De abril a mayo, 2019

  • Conversatorio Relecturas sobre la obra de Adrián Arguedas / Julio, 2019

  • Conferencias Acercamientos la obra de Adrián Arguedas/ Agosto, 2019

Ficha técnica

Tipo de exhibición: exhibición de artes visuales

Lugar: Museos del Banco Central de Costa Rica, bajos de la Plaza de la Cultura

Curaduría: María José Monge Picado

Cantidad de obras: 42

Inauguración y apertura al público en horario regular: 07 de marzo/ Abierto todos los días de 9:15 a.m. a 5 p.m.