Hay una energía especial que habita en nosotros cuando somos niños. Todos sabemos que existe, y también sabemos que la perdemos en las vísperas de la pubertad. Una energía que viene íntimamente conectada a nuestra inocencia, a la manera pura de ver las cosas, a la química del cuerpo y nos permite experimentar a través de sentidos afinados que aún no se han contaminado por un mundo sumergido en a tercera dimensión.
Los niños son capaces de ver acontecimientos sobrenaturales, orbes, duendes, apariciones, entes elementales y amigos imaginarios. Esa misma energía se cree que también habita en los animales, que son quienes saben fluir correctamente con las energías del planeta, y de los cuales desconocemos sus reales y profundas conexiones con la Tierra.
La genuina iluminación que acompaña a la inocencia del ser. Una muestra compuesta por 12 obras, todas elaboradas de manera tradicional pero fantástica, desde el dibujo a lápiz, el dibujo en carboncillo y la pintura clásica al óleo.
Esta colección cobra vida después de más de 15 años de empeño y estudio en la rama del Academicismo Clásico Europeo.
Emilia Cantor, de nacionalidad venezolana, es licenciada en Bellas Artes, con 5 años de estudios en la ciudad de Florencia, Italia, en la Florence Academy of Art; dos becas internacionales y 10 años de docencia en la formación académica de otros artistas nacionales e internacionales, mayormente en la ciudad de Chicago, USA; y en Costa Rica.
Emilia Cantor es la Directora del “Atelier del Sol”, la primera y única Academia de Realismo Contemporáneo, con bases académicas del Siglo XIX, en toda Centro América. Su sede se encuentra en el San José y actualmente está compuesta por más de 110 pupilos quienes dibujan y pintan en conjunto con ella.