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Proyecto artístico costarricense Traje Humano viaja a Madrid para exponerse en el Museo La Neomudéjar

  • La artista costarricense Man Yu inaugurará muestra en el Museo La Neomudéjar en Madrid el 31 de marzo del 2021

  • Proyecto artístico costarricense Traje Humano viaja a Madrid para exponerse en el Museo La Neomudéjar

A pesar de la pandemia, se confirmó la exposición en Madrid de Traje Humano, proyecto artístico costarricense de la artista Man Yu, declarado de interés cultural nacional por el Presidente de la República de Costa Rica Carlos Alvarado y la Ministra Sylvie Durán.

La exposición Traje Humano se inaugurará en el Museo La Neomudéjar el 31 de marzo del 2021 en Madrid, con un evento sellado por la marca país, Esencial Costa Rica. Esta será la segunda vez que dicha colección se exhibe fuera de Costa Rica, después de haberse mostrado al público chino en el Museo de Arte Mundial de Beijing.

Traje Humano ataca desde la parte esencial y espiritual, problemáticas sociales discriminatorias, entre la xenofobia, el racismo, el sexismo, la homofobia, la discriminación por discapacidades, por imagen, entre otros tipos de estereotipos generados por las condiciones y el aspecto de los diferentes cuerpos. La colección está compuesta por obras pictóricas, videoartes e instalaciones, que incluyen colaboraciones con otros artistas nacionales de renombre y, en esta ocasión en España, se estará presentando la colección pictórica.

El Museo La Neomudéjar es uno de los pocos museos que se mantuvo en funcionamiento y activo en España durante la pandemia, con propuestas artísticas destacadas internacionales y europeas. Este museo es parte de la Red de Centros Artísticos ArtHouse Spain que impulsa disciplinas artísticas vanguardistas como el Arte Urbano, Videoarte, Performance y Arte Sonoro, así como alianzas transatlánticas para el intercambio artístico.

La muestra estará disponible desde el 31 de marzo hasta el 23 de mayo 2021.

Man Yu embajadora Esencial Costa Rica

A raíz de su incidencia permanente desde las artes por la concientización social, desde posturas ambientalistas por la sostenibilidad, con propuestas innovadoras y niveles de excelencia en su ejecución, y con la representación costarricense desde su multietnicidad, la artista Man Yu representa al país a título de embajadora marca país, Esencial Costa Rica.

Además de los escultores Jiménez Deredia y Ólger Villegas, y los fotógrafos Pucci, también embajadores, Man Yu pone en alto el nombre del país desde las artes visuales y multidisciplinariedad.

Reflexiones sobre el concepto y mensajes de la exposición por parte del Museo

La obra de la artista costarricense de origen chino, Man Yu, llega a España. Trae consigo un mensaje claro de carácter humanista e incluso podríamos decir metafísico. La obra pictórica de Man Yu, su trabajo al óleo y la técnica por momentos hiperrealista nos deja entrever una condición académica pura, la misma que reclama para los retratos que presenta.

La técnica del retrato está contemplada desde una perspectiva clásica, los desnudos, los escorzos, los límites del movimiento sugieren una reconexión con la belleza colonial.

No está en su técnica, la repulsa a lo impuesto, sino en la manera en la que somos expuestos como humanidad. Algunas obras son de carácter preciosista en cuanto a la técnica de óleo, aunque otras difieren con el trazo roto, aportando un contraste de lenguajes que abordan emociones diferenciales entre unas y otras temáticas.

Traje Humano aborda desde una perspectiva de conceptualización existencial, problemáticas sociales discriminatorias, entre la xenofobia, el racismo, el sexismo, la homofobia, la discriminación por discapacidades, por imagen, entre otros tipos de estereotipos generados por las condiciones y el aspecto de los diferentes cuerpos. 

Frente al trabajo pictórico Traje Humano ha arrastrado una secuela de conflictos estéticos y de diversidad cultural como la moda, la performance, y otras acciones colectivas muy aferradas a las nuevas tendencias de lo social, que, a mi manera de ver, le roban protagonismo a la poesía purista de la pintura expuesta. No obstante, la hibridación con diversos lenguajes y colectivos ha dimensionado la experiencia íntima para hacerla universal. El atisbo iniciático se deja entrever en algunas imágenes que refrendan las leyes del Kybalion sobre el “como es adentro es afuera” o como es arriba es abajo. La exposición Traje Humano, nos coloca en la posibilidad de reflexionar sobre el “dispositivo piel” que nos envuelve, pero que no nos conforma como especie, ni como raza.

La pintura de Man Yu habla de ese viaje a Ítaca, la niñez y la inocencia que a lo largo de la vida dejamos atrás y que con las experiencias vividas perdemos sin darnos cuenta. el Retorno a la Ítaca de Man Yu, pasa por re-visitar aquellos lenguajes que creaba en su psique aun limpia, no corrompida. Este trabajo sin pretenderlo evoca a “El Lobo estepario” de Hermann Hesse que reclama la pureza de los hombres ante la corrupción de la sociedad que los pervierte. Para la niña Man Yu, la realidad era clara, cada noche su piel era otra vestimenta añadida a la de los tejidos, podía desprenderse de ella, para sumergirse en él astral. Alguna reminiscencia de una espiritualidad pura aflora en la mujer que ahora es Man Yu. La llave que le permite ejercer una acción cuántica y doblar el espacio tiempo, es un dibujo que pinto a sus 9 años, hallado en la visita a su casa materna. La obra que nombra esta exposición arranca en un viaje vibracional relacionado con la teoría de cuerdas, un universo que se pliega y nos retrotrae a la infancia. La pintura de Man Yu es meticulosa, bien precisa en su técnica y con ciertos trazos de contemporaneidad que le otorgan a sus dibujos esa manera de hacer y dejar sin hacer, que tan magistralmente alude a las tendencias actuales de los últimos 20 años del dibujo. Man Yu se sumerge a partir de esta idea primaria, en cada una de las capas o vestimentas que la sociedad ha ido imponiéndonos. Un anhelo por rescatar la esencia misma de las personas más allá de su contexto de raza, género o posición social.

Más sobre el Museo y su internacionalización

El Museo C.A.V La Neomudéjar fortalece relaciones con Latinoamérica en este año 2021, tras haber tenido que desplazar la programación del 2020 a causa del contexto COVID.

El Museo que acoge la exposición de la artista tica Man Yu, apuesta en su programa de internacionalización con Latinoamérica tanto exponiendo talento internacional en España, como exportando artistas españoles al continente americano.

Recientemente colaboró con el MADC (Museo de Arte y Diseño Contemporáneo de Costa Rica) coproduciendo una publicación de Performance “Centroamérica en Acción” del investigador Mexicano Pancho López y además en abril llevará una exposición de arte e inteligencia artificial de Ana Marcos a sus salas. Otros programas de Internacionalización participaran en Los Ángeles y de nuevo en Costa Rica, esta vez en La Galería Nacional del San José, con la obra del pionero del arte electrónico español Antonio Alvarado.

“Nuestra trayectoria nos ha ido brindando un aval especifico de calidad programática y esto nos está abriendo puertas a nivel internacional” comenta Nestor Prieto, co-director del museo.

Videoarte de Traje Humano obtuvo el premio al mejor cortometraje en festival europeo

Uno de los videoartes dirigido por Julián R. García, escrito por Helen Núñez y Man Yu, titulado N°77873B, que forma parte de Traje Humano, participó en el European International Film Festival en Moscú, Rusia en setiembre del 2019 y recibió el premio al mejor cortometraje. El cortometraje trata de la manera en que el sistema intenta mantener la inconsciencia de las personas y las distrae con ideales burdos relacionados con la existencia física del ser humano, a la vez que condena a los que se alejan de esos ideales.

El proyecto Traje Humano ejecutó el primer desnudo artístico público de la región centroamericana

Una de las obras destacadas del proyecto Traje Humano, fue el happening “No Soy Este Traje”, que constituyó la última obra del circuito por Costa Rica en agosto del 2019. El evento se trató de 100 personas que, desnudas, pero con sus caras vendadas, interpretaron los estigmas y condicionamientos sociales en una caminata performática de 150 metros en la que, después de caminar totalmente desnudos, realizaron un acto representativo de la colectividad al introducirse debajo de una gigantesca tela de 600 metros cuadrados de color piel, al son de un concierto de Theremin en vivo, a cargo del artista costarricense Antisentido.