Los “trajines” que vivimos toman vida en Barrio Escalante

  • Exposición de arte agrupa 12 artistas con 9 disciplinas artísticas distintas en torno a un mensaje humano sobre el autorreconocimiento de las personas.

El destacado Ángel Lara, el popular Ale Rambar y los creativos Juan José Durán y Andrés Valverde, se suman a la planilla de artistas del Circuito Humano junto con Helen Núñez y Julián R. García de la cotizada productora de fashionk films, Alphachannel; el genio detrás de los videos de Esencial Costa Rica, Vernny Argüello; el innovador Diego Esquivel de ctrl_v art; las jóvenes diseñadoras de la Universidad Creativa, Sheyla Palma y Yorleny Artavia; y el dramático artista escénico Cristian Esquivel, que acompañan a la reconocida y talentosa Man Yu por el viaje reflexivo, humano y social de su proyecto.

Se trata esta vez de la exposición TRAJINES, que inaugura este jueves 4 de abril en el Centro Cultural de España -El Farolito- como el quinto evento del Circuito Traje Humano. La exposición mezcla las expresiones artísticas del fashion, la producción audiovisual y artes digitales con las disciplinas más sólidas de las artes visuales -la pintura y la escultura- para realizar una propuesta interdisciplinaria que amplíe sobre las vivencias humanas relacionadas a los “trajes” que vestimos.

La exposición profundiza en las diferentes vivencias, cotidianidades, perspectivas, historias, experiencias que las personas desarrollan de manera involuntaria y condicionada a su traje humano, su piel. A manera de juego de palabras, la muestra tiene como título TRAJINES, haciendo referencia a las casualidades y causalidades de la vida y ajetreos ‒significado de la palabra trajín‒ cosas que se traen y se arrastran con el “traje humano”.

Esta propuesta artística tiene como objetivo representar la unidad, la red, el paralelismo, las correlaciones y las afinidades de la humanidad, a través de historias similares encontradas entre personas que no necesariamente se conocen, pero están conectadas: entre los artistas, entre el público, entre el público con los artistas. La muestra origina estos puntos de encuentro, reencuentro, identificación y reidentificación para visibilizar todo lo que nos conecta durante la experiencia humana.

Esta exposición estará abierta al público del 2 de abril al 2 de junio, a la vez que la exposición principal de Traje Humano tiene una itinerancia especial por el Centro de Artes del TEC del 29 de marzo al 24 de mayo. Ambas son parte del Circuito Traje Humano que fue declarado de interés cultural nacional por parte de la Ministra de Cultura Sylvie Durán y el Presidente de la República Carlos Alvarado.

El mensaje de Trajines en el Circuito Traje Humano

La muestra TRAJINES, como parte del proyecto Traje Humano, se despliega a partir del reconocimiento que somos más allá que el aspecto físico que suele condicionarnos y por el cual, a menudo, socialmente se nos discrimina por diferentes características: sexo, color, edad, orientación sexual, etnia, clase social. Al darse este autorreconocimiento del cuerpo humano como únicamente un “traje”, es posible entender que, aunque algunas de estas características nos condicionan, en realidad no nos limitan, cuando logramos autorreconocernos.

“Cada una de las obras incita a una introspección a nivel espiritual y autocrítico, que sugiere de alguna forma, rescatar al espectador de la identidad impuesta por la sociedad, de este mundo ilusorio, a lo que llaman los chinos, el “Polvo Rojo”, esa ilusión contaminada de felicidad efímera que nos seduce, que nos confunde y distrae de nuestro propio reconocimiento, de nuestra misión” menciona Man Yu.

Man Yu aclara que reconocer que nuestra piel es solamente un traje no nos exime de saber aprovechar sus cualidades y empoderarnos de él

El circuito expositivo Traje Humano expone una serie de obras que invitan a los espectadores a una introspección profunda sobre las razones de la existencia, empezando por el autorreconocimiento de nuestra piel como únicamente una capa más de nuestra realidad. No obstante, Man Yu hace explícito que el hecho de reconocerlo como un aspecto meramente físico no le resta importancia, debido a que es a través de éste que se nos otorga la capacidad de evolucionar por las experiencias que se pueden vivir únicamente al poseer un traje humano.

“Nacemos con este traje, es el que nos tocó, y así como nos toca aprender a sobrepasar obstáculos por el color de piel, el tamaño, el sexo, etc., también tenemos que aprender a cómo utilizar las cualidades que vienen con ello y las herramientas que éstas representan”, explica Man Yu. El reconocer la piel como un traje que vestimos también implica reconocer la importancia de cuidarlo, pues es un traje de por vida al que, en ocasiones por situaciones inesperadas o descuidos, lamentablemente a algunos les toca llevar con remiendos.

Traje Humano con fines de partida doble: social y cultural

El proyecto expositivo de la artista Man Yu, basado en el concepto del Traje Humano, a nivel de contenidos pretende promover el pensamiento introspectivo sobre la condición material/inmaterial de la existencia del ser humano; aumentar el nivel de conciencia sobre la condición efímera de los seres humanos en el plano físico; y suscitar el reconocimiento de las limitaciones y habilidades de los trajes humanos como elementos diferenciadores de las oportunidades y obstáculos en la vida de cada persona.

Por su parte, Iris Lam, gestora cultural del proyecto, indica que la temática de las exhibiciones, incluyendo la de TRAJINES, de relevancia universal, permite afianzar las relaciones de la plataforma cultural nacional al ofrecer el contenido cultural de manera democratizada e inclusiva para públicos variados en edad, ubicación y consumo artístico. Iris expone objetivos explícitos de promover el trabajo engranado entre artistas de diferentes disciplinas, entre ellas, las artes visuales, el diseño, la escultura, el video, la instalación, el performance y la música; fortalecer la gestión cultural multidisciplinaria e interorganizacional por medio del trabajo conjunto que conlleva la coordinación de un circuito expositivo centrado en un solo concepto; así como promover la mediación que permita la participación de los públicos como una forma más profunda de consumo cultural.