Estos son los síntomas del trastorno de ansiedad que debes de conocer

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Es muy normal y pasa que todos en nuestra vida hayamos enfrentado épocas en donde hemos estado más nerviosos que de costumbre o más estresados, pero para algunas personas el estrés se vuelve tan frecuente o intenso que se transforma en una gran parte de sus vidas. 

Sin embargo, a pesar de que sea muy común, el trastorno de ansiedad no siempre es fácil de determinar con precisión o incluso en algunas ocasiones no se le da la importancia que merece. Lo que nos lleva a la pregunta: ¿cómo puedes saber si tu estrés diario se ha convertido en un trastorno? Pues bien, el estrés se presenta de muchas formas como con los ataques de pánico, fobias y estrés. Por ello es muy importante acudir con un especialista que te ayude a determinar con exactitud si ya vives con un trastorno de ansiedad.

Signos más "fuertes" del trastorno de ansiedad

  • Problemas para dormir

La dificultad de conciliar el sueño o dormir profundamente sin despertar con frecuencia durante la noche se asocia con una serie de problemas de salud individuales, tanto físicos como psicológicos. Si se sufre de una noche inquieta antes de un día importante en el trabajo o en la escuela , es normal. Pero si el problema del sueño es crónico, es muy probable que sea un signo de trastorno de ansiedad. Se estima que la mitad de las personas con trastorno de ansiedad tienen problemas para dormir.

  • Músculos tensos

Cuando los músculos en ciertas partes del cuerpo están constantemente tensos (mandíbulas apretadas, cerrar el puño frecuentemente o cuando los músculos a menudo "tiemblan"), entonces puede significar un trastorno de ansiedad. De hecho, estos síntomas pueden ser tan "persistentes" que las personas con estos síntomas ni siquiera se dan cuenta de que les está sucediendo.

  • Indigestión crónica

El estrés puede "comenzar" en la mente, pero a menudo se manifiesta a través de síntomas físicos, como problemas digestivos crónicos. El síndrome del intestino irritable, una condición caracterizada por dolor de estómago, calambres, hinchazón, gases, estreñimiento y/o diarrea, es esencialmente el estrés que "domina" el tracto digestivo. El intestino es muy sensible al estrés psicológico pero además, el malestar físico y social de los problemas crónicos del sistema digestivo puede hacer que una persona se sienta más estresada. Lo que convierte a este problema en un círculo vicioso.

  • Ataques de pánico

Los ataques de pánico pueden asustar cada vez que ocurren. La sensación de "terror" que agobia a la persona en el momento de la crisis, se acompaña de síntomas como problemas respiratorios, taquicardia, hormigueo o entumecimiento en las manos, sudoración, debilidad o mareos, dolor en el pecho, dolor de estómago y sensación de demasiado calor o frío. No es necesario que aquellos que alguna vez han tenido un ataque de pánico tengan un trastorno de ansiedad, pero las personas que experimentan este tipo de convulsiones a menudo también tienen un diagnóstico de trastorno de ansiedad. Las personas con ataques de pánico viven con miedo de cuándo, dónde y por qué ocurrirá el próximo ataque y tienden a evitar los lugares donde han tenido ataques de pánico en el pasado.

Recuerda que es necesario consultar a un especialista si te sientes ansioso constantemente para evitar que se presenten los ataques de pánico. Evita automedicarte ya que esto podría ser contraproducente.