La alimentación baja en carbohidratos o cetogénica trae grandes beneficios para la población hipertensa
Aunado a la medicación, es muy importante tener un estilo de saludable que incluya una correcta alimentación y actividad física.
Años atrás se creía que la hipertensión arterial era una enfermedad que afectaba a las personas mayores de 50 años; sin embargo, hoy con mayor frecuencia se dan diagnósticos a personas jóvenes, incluso menores de 40 años.
Recientes estudios de la Caja Costarricense de Seguro Social -CCSS- señalan que 7 de cada 10 personas adultas mayores son hipertensas y que la población femenina es la más afectada con esta enfermedad silenciosa.
Ante esta realidad y en el marco del Mes de la Hipertensión, es fundamental que la población tenga a su alcance más información que le ayude a prevenir o bien, a mantener controlado este padecimiento y lograr así una mejor calidad de vida.
Mucho se habla de la necesidad de un estilo de vida saludable que incluya una correcta alimentación y actividad física, además de otros hábitos y es por eso que muchas personas que son diagnosticadas o que por herencia temen llegar a padecer de hipertensión arterial buscan cada vez más opciones que le ayuden a complementar sus cuidados.
Laura Arce Chaves, Directora Culinaria del Estanco Verde confirmó que muchos hombres y mujeres de diferentes edades se acercan en busca de asesoría y ayuda en el tema de hipertensión y alimentos que les ayuden a prevenir o bien a corregir sus hábitos alimenticios.
Sustituir la alimentación convencional por una baja en carbohidratos cetogénica puede ser una buena opción. Diferentes estudios han revelado que esta forma de comer puede ayudarle a reducir la presión arterial de forma natural y en algunos casos incluso puede normalizar la presión arterial.
La hipertensión arterial, conocida también como presión alta es una enfermedad crónica caracterizada por un incremento continuo de las cifras de la presión sanguínea por encima de los límites sobre los cuales aumenta el riesgo cardiovascular.
Muchas opciones. Afortunadamente son muchos los alimentos que constituyen una comida cetogénica y que, además tienen buen sabor, producen saciedad y funcionan como meriendas o platos más fuertes.
La Directora Culinaria del Estanco Verde recomienda un consumo alto de nueces porque son altas en Omega 3, la cual en este caso funciona perfecto para la reducción de la presión arterial, y para una población con prehipertensión, la Omega 3 podría retrasar el inicio de una hipertensión más sostenida.
Las pecanas, las almendras y la macadamia además aportan grasas buenas. No obstante, es importante regular la porción de modo que sea acorde con el peso y otros factores de la persona.
Los lácteos también son muy recomendables, lo ideal -según la experta-es hacer un balance entre los productos derivados de vaca y de cabra, ésta última es más alta en minerales y en calcio, más fácil de digerir y más baja en grasa.
Para las meriendas o esos antojos, lo más recomendado para las personas con hipertensión es el chocolate oscuro que es alto en flavonoides los cuales tienen muchos beneficios para reducción de la presión sanguínea A los flavonoides del cacao se les ha atribuido efectos cardioprotectores, que incluyen propiedades antioxidantes y otros beneficios.
En el Estanco Verde se puede encontrar chocolate oscuro con Stevia, con nueces, con frambuesas o con leches. También se puede conseguir en polvo para consumir en batidos.
Para complementar el aceite de oliva también puede ser un gran aliado, éste contiene una alta cantidad de polifenoles que aportan beneficios para reducción del riesgo de numerosos marcadores de enfermedades cardiovasculares relacionadas con el proceso de inflamación y el estrés oxidativo.
Hoy por hoy se puede encontrar incluso en spray para una adecuada cantidad y además puede utilizarse en ensaladas.
En cuanto a los granos, lo recomendable son aquellos enteros como el arroz integral, las lentejas y garbanzos, todos poderosos porque son altos en fibra una excelente fuente proteica ricos e hidratos de carbono de absorción lenta o complejos, vitaminas del grupo B, minerales como el potasio, el magnesio, o el fósforo, por ejemplo.
“Ninguna receta natural debe ser sustituta de la medicación o tratamientos, pero sí es muy importante conocer esos alimentos o qué tipos de comidas nos pueden ayudar con este padecimiento, sobre todo porque ahora podemos tener más información y más acceso a todo tipo de alimentos”, añadió Arce Chaves.