Italia es una delicia - Murazzi
En julio pasado abrió sus puertas Murazzi, en Plaza Itskatzú, poniendo en la mesa de sus comensales un menú creado con sabores auténticos y mucha pasión.
Italia con sus ingredientes originales, la paciencia y amor para elaborar cada receta y mucho de la mágica herencia por la parte materna. Todo esto se combina en Murazzi, una novedosa apuesta gastronómica que llevó a dos soñadores hermanos a esculpir el proyecto y que luego de un año de muchos detalles abrió sus puertas para ofrecer una experiencia sensorial única.
Emprendedores desde siempre y de padres italianos, Marco y Davide Tonti, con un negocio ya establecido y exitoso como desarrolladores de software, quisieron aventurarse en el mundo de los restaurantes, no solo para realizar un sueño, sino para materializar lo que aman desde niños, la buena y auténtica comida italiana.
Inicia un sueño
El alquiler del lugar, dio el banderazo de salida, para iniciar con el proyecto, que durante meses comenzó a tejerse y que por muchos años habían anhelado.
Para su realización conspiraron la buena cuchara italiana, siempre presente en sus vidas, la herencia de recetas únicas, pero principalmente, poder ofrecer a sus clientes esos sabores que ellos, como clientes han buscado siempre en los restaurantes que visitan y que al final, los regresaban a casa a hacerse ellos mismos los platillos para quitarse los antojos.
Luego de crear el ambiente ideal, se dieron a la tarea de darle forma al menú, una tarea nada fácil. Quisieron al principio solo ofrecer pizzas y coctelería, pero al final, la parte de pastas y risotto, también ganó.
Y es que los sabores costarricenses, también los cautivan, por lo que aman las fusiones, presentes también en algunos platos de la carta.
Menú selecto
Como un balance o punto medio, así describen ellos la escogencia de los platos.
La elección de las pizzas no fue problema, de este tema sabían bastante, pues su mamá, originaria de la ciudad de Torino, en la región de Piamonte, tuvo un exitoso negocio, por lo que la masa y salsas ya estaban más que estudiadas.
Así llegaron al menú la suprema, margarita, vegetariana o de pepperoni, o las gourmets, como la parigina, la diavola, de papa y pesto, la porky o la que viene con costilla.
En la carta se pueden encontrar también pastas como pomodoro, pesto y ragú, o risottos como di pomodori e funghi, guanciale o el favorito de muchos, de pesto con almendra.
Hay otras sorpresas, que, aunque no están en el menú, se pueden pedir: como la pizza de salmón ahumado, o una que trae crujiente chicharrón.
Los paninis también forman parte de la oferta culinaria, vegetariano, de pollo, polpette, o de costilla.
Y el momento dulce llega con el tiramisú, con algunos secretos de familia, la focaccia clásica con nutella, o con un almíbar de piña y el buscado Delicias, receta creada por su mamá, hace unos 30 años.
“Tenemos unas 20 pizzas, hay varias que se pueden hacer calzone, o pizza frita y tenemos también en el menú, unas unas 10 entradas, que incluso, sirven para boquiar y acompañar una bebida” señala Davide Tonti.
Luego de creado, ellos mismos probaron cada cosa del menú, para estar seguros de lo que se iba a servir. En el restaurante se hace todo, desde las salsas, hasta los panes.
Cuentan además, de lunes a viernes, con un menú ejecutivo, que incluye 5 tipos de pizza a elegir, o una ensalada, o un panini vegetariano, o de pollo. Todos los platos fuertes vienen acompañados de ensalada de la casa, o de pan de ajo, postre y refresco y el costo es de ₡5.500
La diferencia
Para estos empresarios, el secreto para una buena comida italiana está en elegir y combinar ingredientes sencillos, de buena calidad, que sean frescos, tener a la mano buenas recetas, pero principalmente, que los platos que se creen, inviten a compartir alrededor de una mesa, aunado a un buen servicio y en un bonito ambiente.
Cada detalle es cuidado y las porciones son generosas y trabajaron también en poder ofrecer precios justos.
Para Marco y Davide los sueños nunca paran; por ahora siguen trabajando en novedades y su mayor satisfacción es ver a sus clientes irse felices, e incluso, regresar en busca de esos sabores únicos, que son los que diariamente los impulsan a seguir creciendo e ir por más.
Murazzi, se ubica en Plaza Itskatzú, local 123, y su horario es, de lunes a jueves de 11 a.m. a 10 p.m., viernes y sábado de 11 a.m. a 12 md y los domingos de 11 a.m. a 8 p.m.