En medio de una crisis sanitaria y económica, Tierra Bonanza abre 3 locales

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El año 2020 quedará en la historia del mundo como uno de los más difíciles. No solo por la declaratoria de la pandemia provocada por la covid 19, sino porque la “nueva normalidad” obligó a cambiar de golpe los hábitos y costumbres de todos los seres humanos. Millones de empresas alrededor del mundo tuvieron que cerrar sus puertas, al tiempo que la gente perdía sus trabajos. En esta realidad, aunque parezca imposible, es que nace la cadena de chicharroneras “Tierra Bonanza”. Katia Fallas y José Fernández son un matrimonio que en el año 2016 abrieron una sala de eventos sociales en Coronado, en San José, Costa Rica. Vieron la oportunidad cuando Katia encontró una vieja bodega y ella misma la transformó. Sin embargo, con las medidas de restricción sanitarias, de la noche a la mañana, se quedaron sin bodas, sin fiestas y sin clientes.

Como la pandemia obligó a varios restaurantes a cerrar sus puertas, ella se enteró que el dueño de una cadena especialista en comidas a base de carne de cerdo había quebrado y estaba vendiendo el equipo de cocina. “Yo no tenía ni plata para comprarle el equipo- comenta Katia- pero el señor accedió a venderme todo a pagos. “Igual en medio de la crisis él no tenía a nadie a quién venderle así que los dos salimos ganando” nos dijo. Sin saber nada de cocina o chicharrones, ella misma hizo las recetas, armó el menú y con los cuatro empleados que tenían en la sala de eventos montaron el primer restaurante en San Francisco de Dos Ríos. 

La clave del éxito

El día del padre del año 2020, en medio de una crisis sanitaria y económica, Tierra Bonanza abre su oferta al público, todo para llevar o a domicilio. “Como no se podía recibir gente en el local, empezamos como una chicharronera express”, rememora. “Ese día recibimos tantas órdenes que casi no dimos abasto”, afirma.

Pero ahí no termina la historia, porque fue tan buena la respuesta de los clientes que al mes, de cara al día de las madres, transformaron la sala de eventos en la chicharronera Tierra Bonanza número dos. 

Un año después

Ha pasado más de un año desde que el gobierno de Costa Rica decretó medidas restrictivas para los comercios, que desgraciadamente trajo como consecuencia el cierre de cientos de restaurantes o pequeñas “sodas” en todo Costa Rica. A pesar de esta situación tan desalentadora, el 15 de abril pasado, Tierra Bonanza abrió su tercer local, en Momentum Pinares, Curridabat. No solo sigue dándole trabajo a los cuatro empleados con los que empezaron en la sala de eventos y a quienes, pese a las circunstancias, logró mantener en sus puestos todo el año 2020, sino que contrató ocho personas más para los otros locales, entre parrilleros, cocineros y meseros. “Seguimos sin crédito en los bancos, pero el mismo negocio nos ha dado para invertir unos nueve millones de colones en este nuevo local. “Además, estamos remodelando el restaurante de San Francisco y en el de Coronado tenemos ahora la chicharronera y la sala de eventos”, comentó Fallas. 

Por ahora, la pareja de esposos son los encargados de todo: Hacen compras, atienden a clientes, gerencian los restaurantes y hasta son quienes han decorado cada local. “Seguimos pagando todo de contado, porque al ser nuevos no tenemos crédito, por ejemplo, para comprar bebidas”, comenta la propietaria. Pero esto no los desanima, por el contrario, se sienten felices que contra todas las posibilidades y cuando todos cerraban negocios, ellos lograron volver a sacar a flote su sala de eventos y abrir tres chicharroneras.

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