10 consejos para reducir su consumo de sal
Ticos consumen más del doble de la sal recomendada al día, dice Ministerio de Salud.
OMS estima que se podrían evitar 2,5 millones de defunciones si el consumo de sal a nivel mundial se redujera al nivel recomendado.
Si bien, la sal es importante para las funciones regulatorias de los líquidos y los procesos fisiológicos del organismo, durante más de 40 años se ha asociado su consumo excesivo a efectos graves sobre la presión arterial, como el desarrollo de hipertensión, así como al incremento del riesgo cardiovascular.
Y es que, aunque lo recomendado es consumir una cucharadita de sal por día (5 gramos), los costarricenses en edad adulta consumen más del doble diariamente. De acuerdo con datos del Ministerio de Salud, un tico consume en promedio 11,3 gramos de sal por día.
Según explicó, Adriana Alvarado, Directora del Centro de Nutrición Clínica de Hospital Metropolitano, la mayor parte de la sal que consumimos a diario está oculta. Se estima que el 75% proviene de alimentos procesados; otra parte de la que usamos para cocinar o de la sal de mesa y aproximadamente un 10% corresponde a la propia sal que contienen ciertos alimentos.
“Detrás del exceso en consumo de sal en nuestra dieta hay un 30% de posibilidad de desarrollar hipertensión, que a su vez incrementa el riesgo de desarrollar otros problemas mayores a nivel cardiovascular y la muerte. Pero además, podría representa un posible carcinógeno para el desarrollo de cáncer gástrico y está asociado con la insuficiencia renal y la osteoporosis”, comentó.
Datos de la Organización Mundial de la Salud apuntan a que se podrían evitar 2,5 millones de defunciones si el consumo de sal a nivel mundial se redujera al nivel recomendado.
Debido a ello, en el marco de la Semana de Acción contra la Sal que se conmemora del 12 al 18 de marzo, en nuestro país, Alvarado hace un llamado a la población sobre la necesidad reducir el consumo de este ingrediente en la preparación de alimentos, así como la moderación de consumo en alimentos preparados, como salsas o aderezos.
La especialista enumera 10 reglas de oro que podrían cambiar su vida:
¡No se deje tentar! Elimine el salero de su mesa.
Sustituya la sal por hierbas, especias y otros condimentos.
Cocine el arroz, pastas o cereales sin sal.
Cuando prepare esas deliciosas recetas que ve en internet, limítese a usar la cantidad recomendada de sal. Muchas recetas indican más sal de la necesaria.
Reduzca el consumo de salsas preparadas y aderezos y limite el consumo de quesos y embutidos, y carnes adobadas.
En caso de usarlas, lea las etiquetas y verifique el porcentaje de sodio de los productos.
Limite el consumo de bocadillos (snacks) empacados.
Enjuague alimentos enlatados como palmito o vegetales, para retirar parte de la sal.
Evite ponerle sal a frutas o vegetales frescos.
Cuando coma en un restaurante, pregunte si pueden prepararle un plato con menos sal o sin sal.