Kid Poker, leyenda viva de las cartas ocultas

El póker pasa por ser uno de los juegos de casino más asiduos para millones de personas. Para llegar a ser un buen jugador, además de tener la necesaria suerte en los juegos de naipes, es obligado tener una fortaleza mental fuera de toda duda para conseguir derrocar a los oponentes y adelantarse a sus acciones.

Muchos son los referentes de este juego que sirven de inspiración a mucha gente que se inicia en el póker o quiere progresar en su juego, y sin duda, uno de los puntales a nivel mundial es Daniel Negreanu.

Más conocido como Kid Power, el canadiense se ha convertido en una de las figuras a nivel mundial de este juego de cartas, ya que desde mediados de los 90 da que hablar entre los círculos especializados de Las Vegas. Como en la carrera de cualquier jugador, hay un momento clave en la que la persona en cuestión pasa de ser uno más, a convertirse en referente mundial. En el caso de Negreanu fue en 1998 cuando hizo saltar la banca de uno de los eventos de referencia anuales. Se alzó con el Pot Limit Holdem con un premio de 2000 dólares y un brazalete de las WSOP, siendo el más joven en conseguirlo. Por lo que el futuro que se auguraba al canadiense era muy prometedor, y lo cierto que esas predicciones se cumplieron con creces.

Para alcanzar estas cotas es necesario una preparación mental fuera de lo normal, y para ello es recomendable que el protagonista busque sus técnicas o estilo de vida adecuados para conseguir el objetivo. 

La forma de motivarse es algo que se escapa a lo que concebiríamos como normal. Buena culpa de alcanzar su tope de concentración la tiene la saga de Rocky, de la que Kid Power es fanático. Observar cualquier de las cintas de esta afamada historia, inculca en uno de los referentes actuales del póker mundial, una energía inusitada para llegar a la mesa con plena seguridad de victoria.

Estas técnicas de motivación son vitales, no solo para los profesionales. Cualquier persona que quiera alcanzar su objetivo, debe estar concentrado al cien por cien en la meta que quiere alcanzar. La mente en la mayoría de los casos hace marcar la diferencia entre la gloria y el fracaso. El ejemplo de Kid Power muestra al mundo, que con una preparación adecuada y encontrando la forma de obtener la máxima implicación en lo que se hace, los premios llegan por norma general.

La perseverancia y el volver a levantarse ante cualquier traspié también marca la diferencia entre alguien que fracasa en el intento, o una persona que consigue ser de los mejores en su campo. Kid Power ha demostrado que los sueños se cumplen con perseverancia, constancia y una mentalidad positiva.




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