Controlar gastos y establecer metas pequeñas son herramientas clave para ahorrar
Guardar dinero o no mal gastarlo, puede resultar un completo salvavidas. Ahorrar permite a las personas tener la capacidad de hacer frente a gastos imprevistos o por lo menos, que las deudas que se asuman, no sean tan grandes. Pero la pregunta es: ¿cómo lograr convertir el ahorro en una práctica habitual, sin morir en el intento?
En el marco del día mundial del ahorro que se celebra el sábado 31 de octubre, la Oficina del Consumidor Financiero (OCF), propone una serie de recomendaciones que facilitarán el desarrollo de esta práctica. Aunque es cierto que miles de personas han visto reducidos o suspendidos sus ingresos, también es cierto que miles aún mantienen sus empleos, de forma que es el momento de desarrollar o estimular ese hábito.
“Es entendible que la situación actual no le facilita las cosas a muchos hogares para que puedan ahorrar, ya que el dinero no alcanza y las prioridades son otras. Sin embargo, en el análisis de situaciones que vemos en la Oficina del Consumidor Financiero todos los días, concluimos que, en muchos casos, el ahorro sí puede ser una realidad. La clave radica en ordenar ingresos y controlar gastos”, explicó Danilo Montero, director general de la OCF.
A continuación, una serie de consejos básicos para ahorrar:
Organice sus gastos primero. Eso le dará una idea de cuánto puede ahorrar. Comience por establecer cuánta plata le llega, cuánto gasta en las obligaciones y cuánto en cosas que no son estrictamente necesarias. Lo ideal es que antes de los gastos no necesarios se separe un dinero como ahorro.
Comience con una meta pequeña. Aumente la meta solo si ya ha logrado cumplir la anterior por al menos 6 meses seguidos. El hábito del ahorro se consolida por muchas repeticiones. Si no logra la meta es porque quizás era muy alta. Solo pase a una meta mayor cuando esté seguro de que la puede cumplir.
Establezca un objetivo de ahorro que lo inspire. Pensar que ahorra para cambiar su carro, para ampliar la casa o para el estudio de sus hijos. Esos son objetivos que lo harán persistir en el ahorro. El ahorro es un medio para su bienestar. No es un fin en sí mismo. Tener un ahorro es para lograr una meta, por lo que no conviene verlo como algo obligatorio.
Si quiere ahorrar y tiene deudas, comience por acelerar el pago de las deudas más caras. Si paga deudas, se ahorra los intereses. Eso es ahorrarse un gasto.
El tiempo es el mejor amigo del ahorro. No importa el monto, si los ahorros se prolongan por un buen tiempo, se logra el efecto de ganar intereses sobre intereses. Por eso, la juventud es el mejor momento para comenzar a ahorrar.
Ahorre todos los meses. Ahorrar cada 3 o 4 meses no es tan efectivo. Si ahorra solo de vez en cuando será más difícil que adopte el hábito.
Comience ahorrando al evitar lujos. No se imagina cuánto le puede ayudar. Los lujos son cosas que no nos hacen falta. Si hace un recuento, puede ser que se sorprenda de los ahorros que pueden surgir.
Participe a su núcleo familiar de su meta de ahorro. Podría ser un propósito de equipo. Sobre todo, si no se tiene una disciplina de ahorro, es mucho mejor si la familia se siente parte del objetivo.
La tasa de interés no es lo único importante. Es importante saber que sus ahorros están seguros. Nunca tome la decisión por la tasa más alta que le pagan. Primero pregúntese por qué le están pagando más que en otras entidades
Use rutas que faciliten el ahorro. Un ahorro programado es muy eficiente, porque usted gastará a partir de lo que queda después de ahorrar. Muchas entidades financieras ofrecen estos mecanismos de ahorro automático.
“Muchas personas han reconocido los beneficios del ahorro precisamente con la pandemia. Con seguridad, transmitir esta enseñanza a nuestros hijos se convertirá en una de las mejores herencias que les dejaremos en toda su vida”, concluyó Montero.