Factura Electrónica tiene un impacto positivo en ahorrar costos y digitalizar a las pymes
Estudios del BID, CIAT y algunas consultoras señalan entre las principales ventajas la reducción de costos, la mejora de la gestión de cobro del negocio y el resguardo de información.
El impacto de la Factura Electrónica en Latinoamérica va más allá de la recaudación y tiene un impacto positivo en reducción de costos, resguardo de información y digitalización de las pymes. Así se desprende de varios estudios y reportes publicados por el BID, el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT), la consultora Billentis y el equipo empresarial SERES.
En general los estudios concluyen que la experiencia de los países donde se lleva varios años utilizando la Factura Electrónica ha demostrado que su uso aporta importantes ventajas y beneficios a las empresas que la utilizan, como la reducción de costos, la mejora de la gestión de cobro del negocio.
De acuerdo con Sergio Chaverri, socio director de Gosocket Corporation, otros beneficios que señalan los estudios con respecto a la Factura Electrónica, es que le permite a las pequeñas y medianas empresas resguardar la información de forma digital y ordenada, así como acceder a nuevas fuentes de financiamiento como el descuento de facturas electrónicas.
“El descuento de facturas electrónicas es uno de los mecanismos más beneficiosos para el financiamiento de pequeñas y medianas empresas, gracias a la seguridad jurídica que da un entorno. En el mercado Chileno, por ejemplo el Factoring Electrónico es una realidad en el país, con un crecimiento promedio del 50% anual y con montos en torno al 9-10% del PIB” comentó Chaverri.
De acuerdo con el estudio Factura electrónica en América Latina 2018, desarrollado por el CIAT y el BID, los documentos electrónicos han mejorado no solamente la Administración Tributaria, sino que, una vez superada la curva del cambio a lo digital, ha hecho más fácil, eficiente y accesible la contabilidad de los contribuyentes, principalmente de los medianos y pequeños.
Otro de los beneficios para las pymes es el resguardo de información, el ahorro en tiempo en gestión de envío y cobro de facturas, así como el potencial de generar información para que gobiernos atiendan necesidades específicas de cada país y sector.
El estudio también señala algunos nuevos usos que se le ha dado a la Factura Electrónica en Latinoamérica y que van allá del control tributario y son: el control de mercancías, sistema único de contabilidad y nómina salarial electrónica (payroll).
La importancia de la obligatoriedad
Por su parte el reporte El viaje de la facturación electrónica 2019-2025 publicado por la consultora Billentis, indica que en Latinoamérica el sector privado fue el principal motor del
desarrollo del mercado en la primera fase; sin embargo, ahora está siendo empujado cada vez más por los gobiernos, motivados por el Impuesto al Valor Agregado (IVA) como principal acelerador.
Sobre esto, el reporte concluye que los cambios y adopción no se pueden lograr utilizando modelos basados en la participación voluntaria con incentivos, haciendo referencia el impacto y penetración que genera la obligatoriedad.
Con la obligatoriedad las organizaciones tienen que intercambiar facturas a través de las autoridades fiscales de manera que gradualmente van trabajando una adopción global, que según el reporte, generará que para el 2025 el método dominante en todo el mundo sea en formato electrónico y cubrirá todo tipo de documentos fiscales.
A pesar de que actualmente el objetivo principal es combatir la evasión fiscal. La mayoría de los procesos de negocios se ven afectados por este desarrollo que genera una digitalización de empresas pequeñas y medianas.
La Factura Electrónica en Latinoamérica inició en Chile en 2003 y seguido de países como Argentina, Brasil, Ecuador, México, Perú y Uruguay.
Lo más recientes en incorporar el sistema de factura electrónica son Costa Rica, Colombia, Guatemala, Panamá y Paraguay. Mientras que en países como El Salvador, Honduras, la República Dominicana y Venezuela se ha manifestado la intención de desarrollar sistemas nacionales.
Datos interesantes de la Factura Electrónica en Latinoamérica
El primer modelo de facturación electrónica fue liderado por Chile en 2003 con la idea de incrementar la competitividad y la eficiencia del mercado y mejorar el cumplimiento y control tributario y los procesos de administración, cobranza y fiscalización.
El primer país en hacer obligatoria la facturación electrónica en Latinoamérica fue Argentina en 2007.
Actualmente la Factura Electrónica es obligatoria en estos países de Latinoamérica: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guadalupe, Guatemala, Guayana Francesa, Honduras, Martinica, México, Perú y Uruguay.
Acerca de Gosocket
Gosocket es una Red Empresarial que conecta clientes y proveedores a través de la Facturación Electrónica y con presencia en 12 países. Uno de sus fundadores es Sergio Chaverri, costarricense que actualmente funge como socio director.