Ciudad del Este apunta al crecimiento
- El proyecto abrió su primera etapa dedicada al entretenimiento y gastronomía
- Próximas etapas contarán con oficinas, más de 800 residencias, hospital y hotel
Tras cuatro meses de operar, el complejo Ciudad del Este, ubicado en Curridabat, ha mostrado tan solo una pequeña parte de un gran proyecto.
En su primera etapa se enfocó en comercios dedicados al entretenimiento y la gastronomía.
El espacio alberga el segundo cine IMAX en el país, así como una oferta culinaria amplia y exclusiva con opciones como el Novillo Alegre, el Portón Rojo, Spoon, Los Antojitos, Cosí, Matsuri, Craffe, entre otros.
También cuenta con amplias áreas comunes destinadas a realizar actividades dirigidas a toda la familia durante los fines de semana, que además involucren a alguna causa social y a la comunidad de la zona, entre ellas ferias con emprendedores, adopción de mascotas y recaudación de fondos para causas específicas.
El desarrollo es propiedad de Grupo Z, con más de 45 años en el país, el objetivo es que las próximas etapas cuenten con oficinas, espacios de Co working, incluso se tiene abierta la posibilidad de desarrollar un hotel, así como 800 residencias bajo un concepto de diseño de sostenibilidad urbana.
En total la propiedad abarca 17 hectáreas.
El plan maestro de Ciudad del Este fue diseñado con el fin de crear un barrio de mediana y alta densidad que fomente el sentido de comunidad de sus futuros habitantes e impacte positivamente el desarrollo del cantón de Curridabat.
Un vecindario en el cuál se fomenta el intercambio de ideas, la industria del conocimiento y la innovación.
Diseñado y creado bajo los criterios de un urbanismo resistente y flexible, cuyos principios han sido probados y comprobados a través del tiempo. Usos mixtos ubicados a distancias cortas los unos de los otros, para fomentar la interacción social y el intercambio casual de ideas en el espacio público, como escenario principal de nuestras vidas.
Alamedas, plazas, parques y jardines que acentúan un urbanismo que se mezcla con la vegetación y clima costarricense.
Una arquitectura simple y sobria, de líneas contemporáneas pero basada en principios de composición clásica, tradición viviente, en donde se encuentra inspiración en lo vernáculo y atemporal, en vez de modas pasajeras. Edificaciones de una escala humana, en donde las personas se sientan cómodas en su entorno. Edificios flexibles, que se abren a los elementos para brindar a sus habitantes ventilación e iluminación natural.