La Butaca IMOLA, celebración de la singularidad del diseño danés

Diez años han transcurrido desde que Henrik Pedersen diseñó la butaca Imola hasta convertirse hoy en el ícono de diseño de BoConcept, siendo uno de los productos más codiciados de la marca. Así, la butaca Imola permanece atemporal, desafiando las tendencias y logrando ventas de aproximadamente 20,000 piezas desde su lanzamiento en sus 65 mercados.

Para celebrar la primera década de la butaca Imola, BoConcept lanzó una edición limitada en un lujoso terciopelo negro con base metálica negra mate innovando en su diseño del cual sólo se harán 600 unidades. Todas las piezas incluirán una placa numerada, un folleto conmemorativo y un certificado de autenticidad.

Además, Boconcept ha producido versiones especiales miniatura a escala de la Imola completamente en negro, las cuales estarán en sus cerca de 300 tiendas a nivel mundial para entregar de regalo a sus clientes.

Diseño danés singular

Opción de personalización El sello de BoConcept es la personalización de sus muebles y la Imola original no es la excepción pues los clientes podrán escoger entre más de 100 telas y pieles de alta calidad, así como diferentes acabados y elegir la butaca, y su reposapiés opcional, con una base minimalista o con una base giratoria.

La forma de Imola está inspirada en las curvas de una mitad de una pelota de tenis, cuyas formas están yuxtapuestas por los bordes definidos de sus paneles laterales. Esa mezcla brinda tensión al diseño y eleva el sentido de comodidad visual. Así mismo, la elección de su base minimalista evoca la ilusión de levitación. A diferencia de la mayoría de las butacas, donde las curvas suelen expresarse como partes de un círculo, las curvas de la Imola son fluidas y verdaderamente orgánicas.

Su diseñador Henrik Pedersen indica “Creo que todos los íconos son, sencillamente, el producto de la dedicación constante y de dar lo mejor de ti. Con el tiempo y un poco de suerte, el mundo reconoce el esfuerzo invertido en el producto final”.

La exclusividad de la butaca es reforzada por el hecho de que su elaboración está en manos de muy pocos artesanos pues adquirir la destreza necesaria lleva aproximadamente un año y medio ya que extender un tapizado tan tenso sobre la forma escultórica de la Imola es un trabajo muy exigente que requiere años de experiencia y meticulosidad extrema.

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