Cocina y comedor de antiguo Sanatorio Durán recibieron restauración por ¢108 millones de colones

  • Proyecto de restauración ganó certamen “Salvemos Nuestro Patrimonio Histórico Arquitectónico”, que realiza anualmente el Centro de Patrimonio

Los espacios que funcionaron como cocina y comedor para los empleados del antiguo Sanatorio Carlos Durán Cartín recibieron, por parte del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural (CICPC), una inversión de ¢108 millones de colones para lograr su restauración.

El Sanatorio Durán, construido hace aproximadamente un siglo, se compone de un complejo arquitectónico de varias edificaciones que fue declarado Patrimonio Histórico Arquitectónico mediante decreto ejecutivo en 2014. Las obras, destinadas a preservar la cocina y comedor ya concluyeron y fueron entregadas este 15 de junio, en instalaciones del inmueble, ubicado en Potrero Cerrado de Oreamuno, en Cartago.

Además de invitados especiales, participaron en la actividad algunos vecinos de la comunidad y exempleados, como los esposos Edwin Castro y Flora Cervantes. Castro se desempeñó como misceláneo, auxiliar de enfermería y de laboratorio, mientras que Cervantes, a quien conoció allí, era auxiliar de enfermería.

“Le tengo demasiado cariño a este hospital por el trato y la convivencia que había ahí entre empleados, pacientes y el personal administrativo. Ese es el cariño: que aquí no se carecía de nada, era una pequeña ciudad. La semana pasada vine, porque vengo aquí a recordar; a pasar el ratico los dos juntos, ¡y vamos viendo! Bien bonito dejaron esto”, expresó Castro, quien junto a su esposa vive a 15 minutos del Sanatorio. 

“Esto era la cocina general, en la parte de atrás había un comedor pero era de empleadas, porque en el Sanatorio todo era aparte. La disciplina era tan grande, que todo era dividido: hombres aquí, mujeres allá, chiquitos por otro lado; no dejaban que se mezclaran, todo estaba bien vigilado y había mucha disciplina”, rememoró el adulto mayor.

Según informó el Centro de Patrimonio, la restauración consistió en realizar obras como:          resane y pintura de paredes, nivelación y cambio de cubierta (techo), sustitución del sistema mecánico y eléctrico, instalación de rampas de acceso y baterías de baños acondicionadas para personas con discapacidad, consolidación de las columnas de los corredores, instalación de sistemas contra incendios, así como la restauración de marcos de puertas, ventanas, elementos metálicos y pisos de mosaico.

La propuesta de los arquitectos independientes Adela Chavarría y Jorge Cotera, quienes plantearon el proyecto de restauración, es que los espacios restaurados se convirtieran en una cafetería y tienda de “souvenir”.  Según los arquitectos, esto contribuiría al sostenimiento económico del lugar, a cargo de sus propietarios, la Unión de Pequeños Productores Agropecuarios Costarricenses (UPANACIONAL).

El proyecto para restaurar estos espacios fue ganador del Certamen “Salvemos Nuestro Patrimonio Histórico Arquitectónico”, que realiza anualmente el CICPC del Ministerio de Cultura y Juventud para recuperar edificaciones que cuentan con esta declaratoria.

Sobre el conjunto arquitectónico. Según el CICPC, “este conjunto de edificaciones es un compendio de lenguajes arquitectónicos, técnicas constructivas y materiales diversos de diferentes épocas, algunos incluso ya en desuso, lo cual le convierte en un sitio de interés científico para el estudio e investigación de profesionales ligados a las ramas atinentes, al servir como fuente de información técnica, material e histórica”.

“Los diferentes sistemas y materiales constructivos, así como los lenguajes empleados en cada una de las edificaciones que constituyen este conjunto arquitectónico, denotan su antigüedad y correspondencia con el momento histórico en que cada uno fue construido, y permiten identificar la correlación entre estos y los valores estéticos, modas, gustos y usos de cada época”, agregó la instancia del Ministerio de Cultura y Juventud.

Historia con proyección internacional. El Sanatorio Carlos Durán Cartín se creó por Ley, el 16 de agosto de 1915. Su construcción inició en 1916 y abrió sus puertas al servicio de la salud costarricense en 1918. Se localiza aproximadamente a 42 kilómetros de San José, en las faldas del Volcán Irazú, al noreste de Cartago.

Inicialmente se llamó “Sanatorio Carit”, pero, dado el relevante aporte y todo el trabajo realizado por el Dr. Carlos Durán Cartín, en 1931 se cambió el nombre como reconocimiento a los méritos de este ilustre costarricense.

En sus primeros años el Sanatorio Durán fue el primer y único centro hospitalario especializado en la atención de la tuberculosis, no solo de Costa Rica, sino incluso del área centroamericana, por lo que su valor histórico para la medicina trasciende el ámbito nacional, convirtiéndose en un hito de relevancia centroamericana.

Esta región se benefició durante muchos años con sus servicios, así como poblaciones del Caribe e incluso de Suramérica, hasta que se construyeron sanatorios similares en otros países. El Sanatorio Carlos Durán Cartín sirvió para realizar investigaciones y estudios relacionados con la tuberculosis y como modelo internacional a seguir.

Destacados personajes de la historia costarricense como el Dr. Vicente Lachner Sandoval y el Dr. Raúl Blanco Cervantes, fueron directores del Sanatorio. En 1935 llegaron a Costa Rica las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, quienes dieron guía, consuelo espiritual y colaboraron con el cuerpo médico y de enfermeras en la atención de las personas enfermas. Tras 35 años de servicio a la población costarricense, e incluso latinoamericana, el Sanatorio Durán cerró sus puertas en 1973. Actualmente el complejo es propiedad de Upanacional y recibe la visita de turistas nacionales y extranjeros por considerarse un atractivo de la zona.

Fuente: Centro de Patrimonio.

Producción - Oficina de Prensa y Comunicación - MCJ / Consecutivo 189 / LLV / 15-6-2017

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