Rey Curré realizará su tradicional Juego de los Diablitos del 27 al 30 de enero

  • Manifestación cultural es una de las tradiciones indígenas más antiguas de Costa Rica; rememora las luchas que tuvieron sus antepasados durante el período de Conquista

La comunidad indígena de Rey Curré afina detalles finales para celebrar su festividad cultural más importante del año: “El Juego de los Diablitos”, una tradición ancestral que rememora las luchas rebeldes que tuvieron sus antepasados ante los procesos de conquista, hace más de medio milenio.

 Esta práctica ancestral es una de las ceremonias indígenas más antiguas de Costa Rica, decretado Patrimonio Cultural Inmaterial del país desde el 2017. La manifestación involucra una serie de actores que participan de manera secuencial, iniciando, en esta oportunidad, el jueves 27 de enero, a la medianoche, con la llamada “nacencia de los diablitos”; finaliza el domingo 30 de enero, en horas de la tarde-noche.

 Para iniciar esta tradición, los diablitos suben en silencio a una loma cercana al pueblo, se visten con sus atuendos y esperan con respeto a que sea exactamente la medianoche. El estallido de múltiples bombetas anuncia que la lucha ha iniciado. Los diablos mayores suenan caracoles y el ritual es acompañado por sonidos de tambores, flautas y acordeón.

 De inmediato, los diablitos gritan, se abrazan, bailan, saloman y empiezan a descender de la loma, dirigidos por los diablos mayores, quienes son los encargados de dirigir la comitiva.

 El pueblo entero se une a esta tradición acompañando a los diablitos y juntos recorrerán, hasta el amanecer, todas las casas de la comunidad en donde son recibidos por sus anfitriones, con mucho entusiasmo, mientras comparten chicha de maíz y tamales de arroz.

 -Primer día del Juego. A eso de las 8 a.m., del viernes 28 de enero, los diablitos regresan a la acción. Esta vez tendrán la aparición inesperada de un actor que se convertirá, por el resto de los días de lucha, en su peor enemigo: el toro. Una figura simbólica semejante a un toro real, elaborado con madera liviana y atada a una cachamenta con la que embisten a los diablitos, interpretados por jóvenes indígenas del pueblo, vestidos con sacos de gangoche, con sus rostros protegidos por máscaras de madera de balsa con diseños zoomorfos y antropomorfos.

 Esa será la dinámica de la lucha entre el toro y diablitos por los siguientes dos días de lucha (28 y 29 de enero): El toro ataca y los diablitos esquivan sus golpes.

 -Segundo día del Juego: El 29 de enero, similar al día anterior, se suman más cantidad diablitos.

-Tercer y último día de Juego. Al llegar el domingo 30 de enero, a eso de las 4 p.m., los diablitos son parcialmente doblegados por el toro en una de las fases llamada “La tumbazón”, una de las fases más importantes de esta lucha que representa una transición hacia el desenlace del juego.

El toro, al dejar tumbados a los diablitos, huye a refugiarse en la montaña; no obstante, los diablitos despiertan casi de inmediato y se reincorporan a la lucha. Juntos van tras la cacería del toro, que se esconde en el monte.

Lo encuentran, lo atan y lo llevan arrastrado al centro del pueblo donde lo matan, lo queman en una hoguera y, en señal del triunfo, se reparten de manera simbólica sus partes, concluyendo así el tradicional “Juego de los Diablitos” en la comunidad de Curré/Yímba 2022.

 Tradición rememora las luchas que tuvieron los antepasados indígenas

 La comunidad recalca, que, aunque históricamente se le ha llamado el “Juego de los Diablitos”, esto ha sido un calificativo por parte del invasor; sin embargo, realmente esta tradición rememora las luchas bélicas que tuvieron que librar sus antepasados en defensa de sus tierras y sus derechos culturales.

 De acuerdo con José Domingo Lázaro, presidente de la Asociación de Desarrollo Indígena de este territorio, “esta tradición nunca ha sido, ni será, un juego; siempre fue un combate a muerte, en donde se luchaba o se perdía todo. Gracias a esta valentía que tuvieron nuestros antepasados, hoy podemos rememorar en nuestras propias tierras el orgullo de tener todavía una identidad colectiva, con raíces ancestrales que se alimenta de su propia cosmovisión”. 

Indígenas luchan por defender sus tierras e identidad

Según describe la leyenda relacionada con esta tradición, el toro representa al invasor y los diablitos representan a la comunidad indígena que defiende su tierra y sus derechos culturales.

“Cuando los indígenas enfrentaron a los invasores en ese periodo de la Conquista, protegieron su cuerpo con hojas y sus rostros con máscaras, para asustar a sus enemigos en estas luchas. Por eso, cuando los vieron con esos atuendos y por ser rebeldes le llamaron ‘diablitos’. Según los conquistadores, los indígenas eran seres que encarnaban figuras diabólicas y por eso se rebelaban a ser obedientes”, informó la comunidad indígena de Curré.

De acuerdo con Uriel Rojas, miembro de esta comunidad indígena, “los atuendos fueron y siguen siendo estrategias de lucha; lo mismo que son actualmente las expresiones culturales de nuestra gente, que se convierten en armas pacíficas y silenciosas de un pueblo de origen milenario que destila cultura viva de raíces ancestrales”.

 Curré/Yímba presenta publicación sobre su historia

 El jueves 27 de enero de 2022, a las 6 p.m., en el Rancho de los Diablitos Curré, será la presentación del nuevo libro que contiene toda la información relacionada con la historia de la comunidad indígena de Rey Curré o Curré/Yímba, desde su época precolombina hasta nuestros días.

 Publicado en un material de alta calidad, sus páginas trasladan al lector a tiempos de la historia antigua; además, le invita a conocer sus modos de vida, su gente y aterriza lentamente al siglo XX hasta detenerse en la actualidad. La publicación incluye fotografías aéreas inéditas, así como ilustraciones que hacen de su lectura un elemento de formación histórica y encuentro con las raíces identitarias de la región.

 “Curré/Yímba: su larga y profunda historia”, es una publicación realizada por los autores Francisco Corrales Ulloa y Uriel Rojas Rojas, con el apoyo ilustrativo de Eusebio Lázaro Ortíz. “Este libro es un producto más de una prolongada trayectoria de relaciones cordiales y respetuosas entre el Museo Nacional de Costa Rica y la comunidad indígena de Curré/Yímba; con el fin de contribuir con el conocimiento de las ocupaciones ancestrales y el patrimonio material e inmaterial que caracteriza a estos pueblos. A lo largo de muchos años, la comunidad nos ha permitido conocer sus raíces, su patrimonio y sus luchas por preservar su territorio y en el Museo, a su vez, le devolvemos los resultados de nuestros estudios conjuntos por medio de productos concretos como este libro, audiovisuales y el acompañamiento en el Museo comunitario, para la utilización de la comunidad, el mismo museo comunitario y los centros educativos”, expresó Francisco Corrales, arqueólogo del Museo Nacional de Costa Rica.

 “En Yímba el Juego es Lucha”: Audiovisual sobre esta antigua tradición

 Con el fin de reforzar lo mencionado anteriormente sobre los apelativos de “Juego” y “Diablitos”, la comunidad de Curré en conjunto con el Museo Nacional de Costa Rica, realizaron para este 2022 un audiovisual llamado: “En Yímba, el Juego es Lucha”.

 Es un video de 20 minutos que pretende explicar por qué esta tradición no es un juego, sino una lucha y por qué los indígenas no son personas diabólicas o diablitos.

 Es un material de alta calidad, que pretende contribuir con los esfuerzos que realiza la comunidad boruca por resaltar esta tradición como una evocación de la lucha épica que lidiaron sus antepasados en defensa de su honor e identidad indígena colectiva.


 Actividad cultural con aplicación de medidas sanitarias

Los organizadores han confirmado que esta actividad cultural dispone de todas las medidas sanitarias para cuidar la salud de los asistentes.

 

Esta manifestación cultural se realiza al aire libre, en espacios ampliamente abiertos, con ventilación natural; además, se cuenta con múltiples dispositivos distribuidos en toda la comunidad para atender las medidas sanitarias, tales como servicios sanitarios con lavamanos, suficiente agua y jabón, alcohol en gel, mascarillas y una comisión de personas que forman parte de la organización que han sido designadas especialmente para cuidar que los asistentes cumplan con dichas medidas.

 

Esta tradición es abierta al público y de manera gratuita. Se tendrá disponible un local oficial para la venta de alimentos, el cual cumple con todas las medidas sanitarias, emitidas por el Ministerio de Salud.

 

La comunidad no posee servicios de hospedaje. Se recomienda a los visitantes tomar en cuenta este detalle reservar hoteles y cabinas en Palmar Norte y Buenos Aires, los cuales se ubican a 20 minutos de Rey Curré en carro. En la comunidad se cuenta con espacios abiertos para acampar.

 

Se recomienda vestir ropa ligera, zapatos cómodos, utilizar bloqueador solar, repelente, agua embotellada, y comunicarse con los organizadores para obtener facilidades.

 

¿Cómo llegar a Curré/Yímba? La comunidad indígena de Curré/Yímba se ubica en la Zona Sur de Costa Rica, en el cantón de Buenos Aires, provincia de Puntarenas, a 220 km al sur de San José.

 Su acceso es muy sencillo, ya que se ubica a orillas de la carretera Interamericana Sur, entre Palmar Norte y Buenos Aires. Se cuenta con servicio de buses, que salen desde el GAM y pasan por Curré cada dos horas. Se se viaja desde la capital o el GAM, las personas pueden llegar por la carretera que pasa por el Cerro de la Muerte, Pérez Zeledón, Buenos Aires, Curré/Yímba, o también por la Costanera, llegando hasta Palmar Norte y seguir hacia Curré.

 Para más detalles, puede comunicarse vía WhatsApp al 8709-3735 o al correo electrónico: urieldecurre@gmail.com

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