Nueva iluminación del Templo “La Merced”  destaca belleza arquitectónica

Los transeúntes que recorran por las noches las cercanías del Templo “La Merced”, podrán admirar esta edificación de una forma diferente gracias a las obras de mantenimiento como el resane de paredes y la pintura general de su exterior realizadas por la Iglesia Católica, que destacan con el nuevo sistema de iluminación implementado. 

Los trabajos hechos corresponden al proyecto “Sustitución del sistema eléctrico e iluminación del templo católico Nuestra Señora de las Mercedes”, el cual fue presentado para su aprobación al Centro de Patrimonio Cultural por Temporalidades de la Arquidiócesis de San José y la ingeniera a cargo.

Cuenta el presbítero Fernando Muñoz, encargado de este templo, que en un pasado viaje a Alemania tomó un tren, iba dormido y despertó por la noche en una estación. “Vi aquella iglesia gótica iluminada tan excepcionalmente, que me dije: ¿cómo es que en Costa Rica nunca han hecho esto? Tiempo después Muñoz llegó a La Merced. “Un neogótico como este, que se le resalten las características que tiene ese estilo arquitectónico, haría que esta iglesia sobresalga de forma impresionante”, pensó inicialmente. Luego, echó de ver que es la primera iglesia que se encuentra un turista o cualquier persona cuando entra a San José. Finalmente, sopesó que la nueva iluminación dotaría de mayor seguridad al edificio, y así echó a andar la idea.

Iluminación destaca belleza con bajo costo energético

Este proyecto contempló la remodelación total del sistema eléctrico para cumplir con las normas que establece el “Código Eléctrico de Costa Rica para la Seguridad de la Vida y de la Propiedad”, Ley de la República desde 2012.

Las obras realizadas incluyeron la colocación de nuevos tableros eléctricos, malla de tierra, nuevo sistema de sonido y alarmas, así como la iluminación interna y externa del edificio patrimonial que se maneja con un control centralizado. La ingeniera eléctrica Marisela Marín fue contratada por el propietario para diseñar la nueva iluminación, que utilizó el sistema LED.

Es totalmente amigable con el ambiente y con un consumo energético reducido, de tal manera que con menos de 5 KVA se ilumina un edificio del tamaño de una cuadra. Consume más una casa común que toda la cuadra de la iglesia, esto por ser iluminación LED. La lámpara más grande instalada consume 80 watts, lo que tuvo un gran impacto en el recibo del consumo eléctrico del templo”, aseguró Marín.

Lo anterior fue corroborado por el sacerdote Muñoz, quien indicó que el ahorro en el pago del recibo, con toda esa iluminación, bajó entre ¢150 mil y ¢200 mil colones.

También se instalaron lámparas empotradas en las vigas entre las columnas de la nave central, además de mangueras de luz led y luces indirectas. Externamente se utilizó iluminación de piso con una lámpara lineal empotrada entre columnas en todo el perímetro de las paredes del templo,  además, reflectores y bañadores de luz de haz cerrado y luces internas en los vitrales de la torre.

El Centro de Patrimonio Cultural consideró entre los criterios para brindar el permiso, que estas obras responden a la necesidad de conservación del edificio y que serían ejecutadas respetando los materiales, mediante técnicas reversibles y poco invasivas que resaltan con iluminación indirecta la belleza arquitectónica del inmueble, sin restarle protagonismo. Además, la nueva iluminación aportaría mayor seguridad al templo.

 “Nos complace sobremanera la inversión hecha en La Merced, pues no solo luce más bella, sino, indudablemente más segura con un nuevo sistema eléctrico. Es importante recordar que según la ley 7555 de Patrimonio Histórico Arquitectónico, es obligación del propietario brindar a los inmuebles así declarados el mantenimiento preventivo para su conservación”, destacó Diego Meléndez, director del Centro de Patrimonio Cultural.

Según la ingeniera Marín, es muy importante contar con una instalación eléctrica que cumpla con el código vigente para conservar el inmueble, pero sobre todo, la vida humana. Además, destacó que la intervención de edificaciones patrimoniales los enfrenta a varios retos.

“Debemos coordinar para que se respete el estilo arquitectónico cuando canalizamos lo eléctrico, de manera que las iluminaciones no compitan con la arquitectura del lugar, sino que la resalten y velar por la seguridad en cuanto a la protección y detección de incendios; son muchas variables”, comentó Marín quien fue la profesional contratada para diseñar el nuevo sistema y la iluminación con la que hoy se puede apreciar más del estilo Neogótico de “La Merced”.

Reseña de la iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes

El templo que muchos simplemente conocen como “La Merced”, fue diseñado y construido con armadura de acero y paredes de ladrillo por el ingeniero costarricense, graduado en Bélgica, Lesmes Jiménez Bonnefil, con colaboración del arquitecto, también costarricense, Jaime Carranza Aguilar. Está ubicada en el centro de San José, entre avenidas 2 y 4, calles 10 y 12.

Su diseño tiene gran influencia del estilo Neogótico, característica sobresaliente en sus torres de aguja y en la forma ojival de vanos de sus puertas y ventanas.

Este inmueble es muy representativo en el contexto urbano de la ciudad de San José, por lo que recibió la declaratoria como Patrimonio Histórico Arquitectónico de la nación en 1996.

La historia del templo inició en 1815, cuando su vecino era el extinto Palacio Nacional, donde hoy está el Banco Central de Costa Rica, pero temblores y terremotos redujeron a ruinas los templos construidos, primero con adobes y, luego, ladrillos. Fue hasta 1894 que se inició la construcción de la nueva iglesia frente a la plaza del hospital, hoy parque Braulio Carrillo, también llamado parque “La Merced”. En 1907 finalizó la construcción.

Así la describe Carlos Ml. Zamora, historiador del Centro de Patrimonio Cultural: “Cuenta con una armadura metálica de acero, paredes de ladrillo y zócalo de piedra canteada. Posee una única torre de aguja en su fachada, ventanas ojivales, rosetones, contrafuertes y tres naves. En la nave central tiene quince metros de altura, la base de las paredes internas cuenta con un enchape de mármol y los pisos son de mosaico de la fábrica de doña Adela de Jiménez. Llama la atención en su interior el Cristo Agonizante hecho por Manuel Zúñiga y los vitrales. El acceso externo se obtiene por una escalinata flanqueada por una balaustrada, ambas construidas en piedra de mollejón”.

En 2002 la edificación inició un largo proceso de restauración que le devolvió todo su esplendor, además, recientemente, recibió varias obras de mantenimiento, iluminación interna y externa y un nuevo sistema eléctrico.

Fuentes:

-Decreto N° 25177-C publicado en La Gaceta N° 110 del martes 11 de junio de 1996.

-Circuito de Turismo Cultural. Paseo Colón (distritos Merced y Hospital) ciudad de San José. Carlos Ml. Zamora, historiador. 2011 Publicación del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural.

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