Inician obras de restauración en Mercado de Orotina

Un espacio que, originalmente se constituyó como un lugar abierto carente de paredes en su perímetro; con dos galerías contiguas conformadas por columnas y vigas de madera que sostenían el techo, inició obras de restauración a finales de mayo.

Se trata del Mercado Municipal de Orotina, que será restaurado gracias a los arreglos que realizará el arquitecto Rodolfo Mejías, quien ganó en 2018, el certamen Salvemos Nuestro Patrimonio Histórico-Arquitectónico, del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural.

El edificio original de 1915 era abierto, con columnas de madera y una baranda de madera de unos dos metros de altura que lo bordeaba totalmente. Funcionaba como una gran plaza cubierta de dos naves, ahí los vendedores colocaban sus productos durante el día. Posteriormente, en la década de 1930, se hizo el cerramiento perimetral del edificio, se eliminaron todas las columnas del borde y en su lugar colocaron una pared con mampostería de ladrillo que se mantiene hasta la fecha”, narró el arquitecto

Y es que los 105 años del Mercado Municipal de Orotina, no pasaron en vano e hicieron que su esqueleto de madera se volviera vulnerable. “Prácticamente el mercado de Orotina es único, no solo por sus dimensiones, como por la elaboración técnico-constructiva. El edificio tiene capiteles en madera, cada piecita está totalmente detallada, o sea, es un edificio hecho con gusto. Hay una tecnología implícita y un interés por el detalle que trasciende más allá de su manufactura, porque, poner un capitel en una columna que está en la parte más alta y que difícilmente alguien va a poder observarlo, quiere decir que había un gusto por el detalle constructivo. ¡Todas las columnas de los dos monitores tienen capiteles en madera!”, exclamó Mejías.

En la intervención del mercado se aplicó la normativa del ICOMOS para edificios históricos construidos en madera, por lo tanto, las piezas nuevas que se integran estarán diferenciadas de las originales no solo por el color de la madera nueva, sino que, además, tendrán un sello para que sea fácil identificarlas. Estas normas también aplican para el sistema constructivo y el diseño.

Según informó Óscar Salas, arquitecto a cargo de la ejecución del proyecto por parte del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, al antiguo mercado se le invertirá la suma de ¢150 millones de colones, producto del certamen, en las siguientes obras:

  • Reparación de las bases de concreto de las columnas de madera en el interior del mercado y sustitución de las piezas de madera dañadas que conforman las columnas.

  • Reposición de piezas de madera inexistentes y que formaban parte integral de la estructura de la cubierta o techo del mercado.

  • Demolición del piso y contrapiso existente -ya que no es original y tiene mezcla de tipos de cerámicas-, y construcción de piso en concreto lujado acorde al que tuvo.

  • Sustitución de las tuberías de evacuación y registros que no funcionan para colocar una nueva red pluvial.

  • Cambio total del sistema eléctrico para cumplir con la normativa vigente y proteger la estructura. El sistema actual cuenta con una orden sanitaria, por lo que es necesario un nuevo sistema eléctrico para que el mercado continúe su funcionamiento.

  • Instalación de alarma contra incendios con sensores de humo.

  • Restauración de puertas de madera originales y sustitución de las faltantes en el perímetro.

  • Creación de accesos para personas con discapacidad.

  • Cambio de todas las láminas de zinc y clavadores dañados de la cubierta del mercado, así como de todos los accesorios del techo, de modo que funcione adecuadamente.

  • Ampliación de los aleros en los costados del mercado con la finalidad de integrarlos a la plaza que lo rodea y lograr un espacio urbano más confortable y útil. Así, además, se protegerá de la lluvia.

  • Finalmente, se expondrán testigos históricos del sistema constructivo en ladrillo de las paredes perimetrales del mercado (construidas posteriormente a su inauguración en 1915) y resane estas de paredes.

De esta forma se cumplirá con uno de los objetivos principales de este proyecto de restauración: recuperar los atributos espaciales del mercado como punto focal y eje articulador de las dinámicas socio-culturales de la comunidad orotinense. Este edificio recibió su reconocimiento como patrimonio histórico-arquitectónico en 2002, mediante el decreto ejecutivo N°30367-C.

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