Edificio ícono de educación de la mujer costarricense es ganador de Salvemos Nuestro Patrimonio 2020

  • Premio permite invertir hasta ¢200 millones de colones en edificio ganador

  • Propuesta incluye restauración de paredes, cielos rasos, ventanas de fachadas, azotea y cubierta de techo

  • Fallo consideró valor de la edificación: su importancia histórica, arquitectónica, simbólica, tecnológica y de conjunto

 El hermoso edificio de influencia renacentista que ocupa desde 1893 el Colegio Superior de Señoritas, es un reconocido ícono cultural de la capital y del país, tanto por su antigüedad y belleza, como por representar un importante aspecto de la identidad nacional: el origen de la educación secundaria para las mujeres costarricenses. 

Como institución, implica un antes y un después en la educación costarricense. Allí también se formaron futuras maestras de preescolar y primaria que impulsarían la reforma educativa de finales del siglo XIX.

A su haber, tiene célebres exalumnas como: María Isabel Carvajal (Carmen Lyra), Yolanda Oreamuno y Carmen Naranjo, o bien la actual presidenta de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la jueza Elizabeth Odio Benito; entre muchas otras insignes mujeres. Fue cuna del movimiento feminista y de los movimientos de reivindicación social y política desde principios del siglo XX. 

Luego de 127 años, este robusto edificio aún es sitio de aprendizaje para 1020 alumnas, guiadas por 90 funcionarios, un logro cuyo origen se le debe, principalmente, a Mauro Fernández, reformador de la educación y ministro de Instrucción Pública de la época; a Marian Le Cappellain Agnew, la directora inglesa, quien allí cimentó los principios de la educación femenina en el país y, por supuesto, a Lesmes Jiménez Bonnefil, ingeniero encargado del diseño y las obras, desde su puesto como director de Obras Públicas en el gobierno de Bernardo Soto Alfaro (1886-1890). Estas personas lideraron a muchas otras en un mismo objetivo.

Pero 127 años son muchos para un edificio, por más robusto que este sea. De ser ocupado por las primeras alumnas en la apacible San José de fines del siglo XIX, actualmente sufre el trajín diario propio del siglo XXI. Polución del tránsito vehicular, mucho sol y lluvia con la consecuente humedad, todo tipo de daños causados por los peatones -desde grafitis, hasta orina- y el que producen las palomas, murciélagos y otros agentes biológicos, más un escaso mantenimiento; han dejado una evidente huella en este veterano.

Para su merecida suerte, el proyecto Propuesta de restauración del Colegio Superior de Señoritas, del grupo Cebra, es el ganador del certamen Salvemos nuestro patrimonio histórico-arquitectónico 2020camino al Bicentenario de la Independencia, por lo que recibirá hasta ¢200 millones de colones en las obras que le permitan resaltar todo su señorío. Este proyecto destacó entre las 23 propuestas presentadas para escrutinio del jurado.

El grupo de profesionales está conformado por Jorge Omar Vega, arquitecto; María Enriqueta Castro, historiadora; Wagner Calderón, ingeniero de construcción; Jorge Vinicio Valverde, ingeniero mecánico y la empresa Aguilar y Serrano Consultores-Constructores.

“Queremos expresar nuestra sincera felicitación al grupo Cebra, ganador del certamen de este año, por su dedicación y minuciosidad para detallar las necesidades urgentes que tiene este emblemático edificio. La claridad con que presentaron su propuesta, nos permitió entender mejor la problemática que enfrenta luego de más de un siglo de construido”, apuntó Diego Meléndez, director del Centro de Patrimonio Cultural y parte del jurado calificador.

“Desde el punto de vista simbólico, un edificio diseñado y construido para brindar educación a la mujer, -y que, 127 años después sigue cumpliendo esa función- resultara ganador del certamen del Bicentenario, es un hecho extraordinario, pues nos permite aportar a la restauración de tan emblemático inmueble, así como dimensionar el impacto histórico que ha tenido la institución a lo largo de más de un siglo, en la preparación académica e intelectual de la mujer costarricense”, agregó Meléndez.

El jurado consideró, entre otros aspectos, que esta propuesta “restituye el valor y la calidad de los detalles de la concepción original del inmueble, que identifica con rigor el estado de los diversos elementos y propone con certeza las intervenciones necesarias para su rescate, además de proponer con claridad las técnicas para su recuperación”.

Asimismo, el jurado ponderó que la propuesta ganadora es “técnicamente viable y, además, urgente” y brindará la continuidad de la actividad educativa original. Además, su ejecución tendrá impacto positivo en el contexto en que se ubica el inmueble, en el entorno urbano, económico y social y “puede integrarse en circuitos culturales, históricos y artísticos que permitan darlo a conocer a más personas y sensibilizarlas hacia el aprecio del patrimonio construido”.

“El impacto que tendrá el rescate del inmueble ganador es de importancia nacional, pues refleja los valores de la sociedad costarricense en el momento de su construcción, y que, con motivo de la celebración del bicentenario de vida independiente, su restauración reforzará la visión país y el compromiso actual de seguir dándole primordial importancia a la formación y educación de las nuevas generaciones”, anotó el jurado en el acta.

Situación actual y futuras obras de restauración. El arquitecto Jorge Omar Vega, forma parte de la Junta Administrativa del Colegio, cuenta que, al llegar allí, fue evidente el deplorable estado de la planta física.

“Me encontré con esta problemática y dimos la lucha con este certamen. Este premio es una gran bendición para la institución y para los profesionales que me acompañaron en el grupo Cebra. Esta es una propuesta que parte de la realidad de nuestros edificios patrimoniales, muchos en abandono, no por falta de interés, sino por falta de recursos; son edificios que hay que rescatar para mejorar, no solo este, también las condiciones de la ciudad”, expresó el ganador.

Los profesionales del grupo Cebra definieron como el principal enemigo del inmueble a la humedad. La lluvia logra filtrarse desde la azotea afectando paredes internas y despegando la pintura. A esto se suma un deficiente sistema pluvial y la humedad que se filtra desde el subsuelo. El proyecto incluye las siguientes intervenciones en el inmueble patrimonial:

-Restauración de ornamentos de las cuatro fachadas: Se le remozará la cara al edificio con la restauración de los ornamentos y acabados originales que componen sus cuatro fachadas. Según el grupo Cebra, estos elementos que forman parte imprescindible de la arquitectura del edificio, se encuentran en un proceso de deterioro, que, de no ser intervenidos, se podrían perder, siendo la fachada sur la más deteriorada al estar más expuesta, así como presentar restauraciones de mala factura.

Respecto a los ornamentos, se buscará la restauración de las piedras que forman parte de las ventanas y puertas de las fachadas; la adecuación de la viga banquina para darle pendiente hacia afuera y que no ingrese humedad a los marcos de ventanas ni a los muros; pintar canoas y bajantes; restaurar la cornisa medianera; restaurar y pintar las sisas; integrar el color de algunos estucos y repellos; eliminar grafitis, pintar rejas, portones y barandas. Asimismo, colocar púas para repeler palomas sobre los frontones y cornisas y una malla con el mismo fin.

-Intervención del sistema de ventanería, marquetería y puertas: Los profesionales determinaron que el sistema de ventanería de toda la fachada perimetral del edificio, presenta un deterioro total, por lo tanto, se rehabilitará un total de 91 ventanas de madera de cedro. Serán restauradas con la misma calidad de madera y trabajadas artesanalmente, al igual que con las ocho puertas. En algunos casos se requerirá de la restitución total de pieza, y en otros, de su laboriosa restauración.

-Restauración de paredes y cielo raso del nivel sótano y de paredes del nivel principal: En cuanto al tratamiento de las paredes internas del edificio, identificaron que el mayor porcentaje de afectación se presenta en el sótano, específicamente en los pasillos norte, sur y este, así como en el laboratorio de biología y su bodega de equipos, sala de profesores y los dos servicios sanitarios, todos de este mismo nivel.

En el nivel principal o segundo nivel, el problema se focaliza en el pasillo, específicamente es en la esquina noroeste incluyendo los arcos del pasillo y arcos de ventana ubicado en la esquina interna noroeste.

Los profesionales lograron cuantificar un área de 1700 m2 de paredes altamente afectadas por el desprendimiento de las diferentes capas de recubrimientos de diferentes épocas y repellos sueltos, las cuales serán resanadas.

-Resane e impermeabilización de azotea: El importante problema de humedad que tiene el edificio proviene de diferentes fuentes, entre estas el agua a nivel de suelo producto de las lluvias y la acumulada en el subsuelo; también se presenta el caso del agua acumulada en la azotea. La propuesta busca acabar con este problema mediante el repello de las paredes afectadas, así como el resane de grietas y mantenimiento a la capa de impermeabilización de la azotea.

-Rediseño de sistema pluvial: Según el análisis del proyecto, el inmueble presenta un sistema de evacuación de las aguas de lluvia ineficiente: cajas de registro sin las dimensiones adecuadas (profundidad), la zanja principal en donde se recogen todas las aguas sin las medidas necesarias; esto genera que con las luvias no se evacuen en el tiempo necesario y causen pozos de agua, lo que afecta a las paredes consecuentemente, por lo cual, se rediseñará el sistema pluvial.

-Pintura de cubierta de techos: Se hará un tratamiento de la cubierta del techo del tercer nivel y debido, al alto deterioro de la pintura del techo sobre el segundo nivel, se removerá la pintura en mal estado y se pintará la cubierta completa junto con las canoas y bajantes.

Esta es la edición 24 del certamen organizado por el Centro de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Juventud, iniciativa que a lo largo del tiempo ha contado con el apoyo del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA).

Fotografías cortesía del grupo Cebra:

1.El proyecto de restauración del edificio josefino de 127 años fue el ganador de la XXIV edición de Salvemos nuestro patrimonio, camino al Bicentenario de la Independencia.

2.Vista al patio de la fuente del edificio patrimonial.

3.Pasillos sur y este del sótano dañados por humedad en pintura y repellos.

4.La losa de la azotea se satura de agua y además tiene agrietamientos, lo cual daña también las paredes del edificio.

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