Edificio del Colegio Superior de Señoritas inicia sanación después de padecer “enfermedad crónica”
Obras de restauración a cargo del Centro de Patrimonio Cultural (CICPC)se enfocan en sanear filtración de humedad en el inmueble
Inversión del CICPC es cercana a los ¢200 millones de colones, como proyecto ganador del certamen Salvemos Nuestro Patrimonio 2020
La humedad caló hasta los huesos de este anciano edificio, constituyéndose en su principal problema. Es por esta razón que los repellos de las paredes, principalmente las del sótano, se desprenden fácilmente y dan un mal aspecto y olor. Sin embargo, en unos seis meses todo cambiará, ya que el Colegio Superior de Señoritas acaba de iniciar un merecido y necesario proceso de mantenimiento y restauración.
Las obras son realizadas por el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, al ser este proyecto del “Grupo Cebra” el ganador del certamen Salvemos Nuestro Patrimonio Histórico-Arquitectónico 2020.
El Colegio Superior de Señoritas fue fundado en 1888 como la primera institución del país dedicada exclusivamente a brindar educación secundaria a las mujeres costarricenses, por lo cual es icónica. Para este fin, se construyó en el centro de San José un hermoso edificio de estilo neorrenacentista, considerado una de las joyas arquitectónicas de la capital costarricense. Un aspecto relevante en cuanto a su valor patrimonial es que, 129 años después de la inauguración del nuevo edificio, aún este funciona como centro educativo femenino.
Combatiendo a la humedad. Entre una nube de polvo blanquecino, los trabajadores pican el repello en el sótano para dejar expuesta la centenaria estructura de ladrillos. Luego aplicarán nuevas capas de revestimiento, pero no cualquiera, sino uno especial que, al igual que cuando construyeron el edificio hace más de un siglo, está conformado por cal y arena, de modo que se preserve la técnica y se logren óptimos resultados de adhesión al ladrillo, según plantea el proyecto.
Este procedimiento, de no utilizar materiales a base de cemento sino unos especiales a base de cal y arena, es fundamental para la conservación de un edificio patrimonial.
Además, el nuevo repello que se colocará permite la transpirabilidad, esto es, la salida de la humedad de modo que no se acumule en las porosas paredes de ladrillo que alcanzan de 90 cm. 120 cm. de espesor.
Luego de un análisis, los profesionales que diseñaron el proyecto de restauración, explicaron que la penetración de la humedad proviene de diferentes fuentes; entre estas, el agua que se encuentra en el suelo, producto de las lluvias y la acumulada en el subsuelo. También afecta el agua captada en la losa de la azotea sobre el segundo nivel.
“En cuanto al tratamiento de las paredes internas del edificio, se identifica que el mayor porcentaje de afectación se presenta en el sótano, específicamente en los pasillos norte, sur y este, así como en el laboratorio de Biología y su bodega de equipos, sala de profesores y los dos servicios sanitarios, todos de este mismo nivel”, comunicaron del “Grupo Cebra”.
Además de la restauración de las paredes, la intervención del edificio incluye las restauraciones de cielorrasos, ornamentos de las cuatro fachadas, ventanas y puertas y la pintura de la cubierta de techo. Asimismo, contempla la impermeabilización de la azotea y un nuevo sistema pluvial de desagüe, tareas fundamentales para combatir la acumulación de humedad y los daños que esta provoca.
Todo esto hará que el edificio no solo luzca a plenitud su belleza, sino que se controle esta especie de “enfermedad crónica” y, lo más importante: será un lugar más apropiado para la educación de más de mil estudiantes que lo utilizan, junto al personal docente y administrativo.
“Esta institución no es cualquiera, es parte de la historia de Costa Rica, mujeres destacadas han sido alumnas, lo que hace una gran diferencia. Las estudiantes y docentes han sido parte de la historia de la institución y entre mejores condiciones tenga este edificio -que ha estado muy dañado por la humedad-, es mucho mejor para la salud, porque la humedad hace que no sea muy sano estar aquí. También, en cuanto a la motivación de las muchachas, el estar en un ambiente más agradable, -más que muchas vienen de lugares muy lejanos y de situaciones muy difíciles-, venir a un centro educativo que tiene calidad, no solo en lo educativo, sino en su infraestructura, hace que estén mucho más a gusto y felices”, apuntó Gioconda Montero Solís, directora del Colegio Superior de Señoritas.
“Entre mejor esté la infraestructura de esta institución, más años se va a mantener y vamos a tener la oportunidad de que más muchachas tengan acceso a una buena calidad de educación, de vida y sean también parte de la historia de las mujeres destacadas en Costa Rica”, finalizó la directora.