Certamen ‘Salvemos Nuestro Patrimonio’ hará realidad Museo del Sabanero en Liberia

Casa de la Cultura de Liberia no solo será restaurada, también contará con obras complementarias para brindar más y mejores servicios a la comunidad y al turista

San José, 27 de abril de 2023.  La mañana de este 27 de abril de 2023, Nayuribe Guadamuz Rosales, ministra de Cultura y Juventud, y Sully López, directora del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, anunciaron como ganador del certamen “Salvemos Nuestro Patrimonio Histórico-Arquitectónico” 2023, al anteproyecto titulado Casa de la Cultura de Liberia, Museo Regional del Sabanero.

La propuesta de restauración y puesta en valor fue presentada al certamen por un grupo de cinco profesionales en Arquitectura: Diego Cárdenas Bolaños, Carla Valverde Rojas, Ximena Rojas Céspedes, Marlon Solano Ramírez y Valeria Pacheco Solís.

“Para nosotros es un gran orgullo ser los ganadores del certamen Salvemos Nuestro Patrimonio este año y le agradecemos muchísimo a todas las personas involucradas en este proceso. Como director del equipo, estoy muy orgulloso de lo que mis compañeras y compañero han realizado; es un trabajo de mucho tiempo, al cual le dedicamos un gran empeño y amor. Estamos completamente comprometidos, hoy iniciamos con este proceso de realizar el proyecto y lo vamos a afrontar con la mejor actitud y el mayor profesionalismo que podemos tener”, manifestó el arquitecto Juan Diego Cárdenas.

“Con esta designación se favorece, básicamente, a la comunidad liberiana, ya que, no solo se restaurará una antigua casona que se calcula casi en dos siglos de existencia, sino que, por fin, albergará apropiadamente la exhibición dedicada a una figura emblemática de la identidad guanacasteca, como lo es el sabanero”, informó el Centro de Patrimonio Cultural.

Si bien el Museo del Sabanero fue creado en 1990 para rescatar y difundir los saberes asociados a este trabajador del campo, lo cierto es que, pese al interés de la Asociación para la Cultura de Liberia, encargada de su administración, este permanece cerrado. La falta de recursos no ha permitido conformar adecuadamente una exhibición de los muchos artefactos que resguardan sobre los saberes y estilo de vida de este trabajador del campo.

Tras ganar la vigésimo séptima edición del certamen “Salvemos Nuestro Patrimonio Histórico-Arquitectónico”, se abre la oportunidad de contar con los recursos económicos, no solo para la necesaria restauración del inmueble, sino para su puesta en valor como un museo que contará con tres salas de exhibición: La Hacienda, El Sabanero y La Cocinera.

Según lo definió la Asociación para la Cultura de Liberia, esta última sala reconocerá a aquellas mujeres que aportaron su labor y saberes ancestrales desde las cocinas de las legendarias haciendas de Guanacaste.

Entre los argumentos que aportó el jurado, se consideró que el contenido del anteproyecto cumplió con los parámetros indicados en las bases del certamen, que es de una alta calidad arquitectónica desde el punto de vista de restauración y puesta en valor del inmueble, y que es viable desde el punto de vista presupuestario y de gestión administrativa.

También se consideró que la intervención propuesta es respetuosa con el edificio patrimonial, donde la obra nueva se integrará al edificio histórico y pondrá en valor al conjunto arquitectónico. Asimismo, que posee un gran impacto simbólico y la puesta en valor está vinculada a la comunidad y su desarrollo cultural.

El jurado decidió otorgar cuatro menciones honoríficas, al sopesar la calidad del contenido, impacto social, investigación y aporte al patrimonio nacional en cuatro propuestas de restauración: la Escuela Santa Cruz de Turrialba, presentado por Nancy Reyes Sevilla y Pablo Boniche Villalobos;  la Escuela de San Jerónimo de Moravia, presentado Rafael Ángel Venegas Arias y María Paula Castillo Orozco;  el Edificio Luis Alberto Monge Álvarez, presentado por Johnny Zúñiga Andrade y Erich Francisco Picado Argüello y la Estación del Ferrocarril de Orotina, presentado por Rafael Rodolfo Mejías Cubero; todos profesionales en Arquitectura.

Nayuribe Guadamuz Rosales, ministra de Cultura y Juventud, externó que “este certamen es una valiosa herramienta que nos permite identificar, investigar, divulgar y restaurar el patrimonio histórico-arquitectónico costarricense, como parte de las acciones de salvaguardia del patrimonio material del país”. Además, resaltó la participación de personas jóvenes del campo de la Arquitectura e Ingeniería, interesadas por el patrimonio material del país; asimismo, enfatizó sobre la importancia de promover más la participación y propuesta de proyectos en las provincias que no participaron en la actual edición: Heredia y Limón.

Por su parte, Sully López, directora del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, afirmó: “Mediante este certamen el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, tiene la dicha de ser actor directo en la restauración y puesta en valor, ya que de aquí saldrá la inversión de casi ₡250 millones de colones para la Casa de la Cultura de Liberia y el Museo del Sabanero. Un premio que, pese a las restricciones presupuestarias, no solo se mantuvo, sino que ha ido en crecimiento”.

El grupo de profesionales del proyecto ganador recibirá como reconocimiento ₡25 millones de colones.

Propuesta de intervención arquitectónica. Según el análisis hecho por los arquitectos en el anteproyecto es necesaria la restauración. Entre los daños se registró que el repello de los muros de bahareque se desprendió o presenta grietas y manchas por humedad, el piso está desnivelado con losetas de barro quebradas, la madera del techo tiene grietas y hongos, las tejas están rotas y fuera de su lugar, las puertas y ventanas están en mal estado y posee una instalación eléctrica deficiente; dado su poco, nulo o mal mantenimiento.

“La necesidad de realizar mejoras físicas y espaciales es algo evidente en el inmueble; sin embargo, para que dicha intervención tenga éxito y le permita al museo existir y mantenerse activo, es necesario crear áreas complementarias que le permitan cumplir con su función museográfica de manera adecuada”, consignaron los ganadores en el anteproyecto.

Es por esto que la intervención también contempla hacer uso del amplio espacio del solar de la propiedad, construyendo allí el área administrativa, boletería, sala audiovisual, salón multiuso y servicios sanitarios, para garantizar el funcionamiento a largo plazo del Museo del Sabanero.

“Se busca abrir sus puertas a la comunidad, de manera que su función sea flexible y pueda albergar más actividades fuera de las de exhibición, como: talleres, charlas, exhibiciones temporales y actividades comunales”, indicaron.

De esta manera, el proyecto está compuesto por dos intervenciones que se conjugan en una propuesta integral. Por una parte, se restaurará el edificio patrimonial y, por otra, fomentará el rescate del patrimonio inmaterial guanacasteco mediante la exhibición del museo y las obras complementarias que permitirán la apertura de espacios para el aprendizaje, tanto de locales como de extranjeros. El resultado será un conjunto arquitectónico que incluye varias edificaciones.

“Se formalizan los espacios de áreas de exhibición y se genera una narrativa; se plantea un recorrido interno y de conjunto arquitectónico, se mejora la accesibilidad al inmueble y se propone mobiliario que permita exhibir las obras de una manera digna. Todo se diseña separado de las paredes para evitar daños al bahareque y la cal”, apuntaron.

Una casona del siglo XIX. La ciudad de Liberia se distingue por conservar algunas casas de arquitectura vernácula como esta, caracterizadas por estar construidas con técnicas y sistemas constructivos con base en tierra y madera en sus muros (bahareque), techo de teja y “puerta del Sol”, que consiste en una doble puerta en la esquina de la casa. Una columna de madera separa cada puerta para controlar la entrada de luz y ventilación de la casa, abriendo o cerrando una de las dos.

La casona se ubica en el centro de la ciudad, propiamente en el barrio Condega, en lo que se define como casco histórico y es fiel representante de la arquitectura residencial típica de Liberia durante el siglo XIX.

Según datos recopilados por Carlos Manuel Zamora Hernández, historiador jubilado del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, la casona data aproximadamente de la década de 1830.

A principios del siglo XX perteneció a la familia Góngora y posteriormente pasó a manos del municipio. Antes de 1945 vivieron allí el maestro de música Tobías Sanabria y luego Hilda Baltodano y Mario Porras; ya para la década de 1950 la casa y su amplio solar funcionaron como plantel del MOPT.

En la década de 1980 fue inscrita a nombre del Instituto de Guanacaste y se firmó un convenio con la Asociación para la Cultura de Liberia con el objetivo de que se utilizara como Casa de la Cultura y museo; y en 1990 se creó el Museo del Sabanero para rescatar y difundir los saberes asociados a este trabajador del campo, pieza fundamental de la historia ganadera de la región y de la identidad del guanacasteco.

Este inmueble fue declarado Patrimonio Histórico-Arquitectónico en 1989.

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