Banco Central restaura y coloca en su posición original el Monumento a Juan Mora Fernández
El Monumento a Juan Mora Fernández, el primer Jefe de Estado de Costa Rica y declarado Benemérito de la Patria, ubicado en la plaza que lleva también su nombre, ha sido totalmente restaurado y reinstalado frente a la entrada del Teatro Nacional, donde estuvo desde su inauguración el 15 de setiembre de 1921.
Las labores de restauración del monumento se planificaron desde el 2020, año en que se les proveyó de contenido presupuestario para ser realizadas en el 2021. Las obras finalmente se llevaron a cabo entre octubre y noviembre de este año. Consistieron en trabajos de conservación del bronce, del pedestal y de la placa de mármol, así como la reinstalación del monumento, la reposición de la placa de aluminio y la limpieza final de la obra. Estas labores estuvieron a cargo de la empresa Casa Fage Hay S. A., y tuvo como restauradora principal a la diseñadora y artista Sarah Fage Hay, y se contó con la colaboración del arquitecto Jorge Aguilar.
Los trabajos de mantenimiento y conservación fueron asumidos por el Banco Central de Costa Rica (BCCR), propietario de la Plaza Juan Mora Fernández desde diciembre del 2020.
Proceso en el bronce
La escultura de bronce, cuyo color original es café, presentaba una capa de cera teñida que inicialmente fue color verde pero que con el paso del tiempo pasó a ser blanca. Esta capa comenzó a desprenderse con el tiempo y afectaba la estética del bronce, dando un acabado sucio y descuidado, con manchas y texturas que no son propias de la obra. También presentaba corrosión (partes verdes) en las zonas más expuestas al agua y al sol. Esta corrosión es un proceso natural del bronce. Sin embargo, en la obra era necesario remover y neutralizar la superficie para evitar que continuara el proceso corrosivo. Por otra parte, se encontraron fisuras en diferentes lugares, las cuales estaban selladas con silicona.
Para la restauración del bronce se inició con la remoción de la suciedad, grasa, heces de aves y otros elementos corrosivos. Seguidamente se removió la capa de cera, lo que permitió exponer el bronce color café original de la obra. Las fisuras detectadas al inicio del proceso fueron selladas con soldadura de bronce. Adicionalmente, se aplicó una base de pátina[1] para emparejar la obra, aplicada con soplete y aerosol para darle el acabado adecuado al bronce. El último proceso consistió en aplicar cera al bronce para sellarlo y darle brillo.
Otras mejoras
El pedestal que soporta la obra es de piedra de molejón y desde su inauguración se ha cambiado de ubicación varias veces, lo que debilitó la piedra e hizo que en todas las caras del pedestal se observaran desprendimientos de material. Para la restauración del pedestal fueron necesarias labores de excavación y exploración. Además, se colocó un anillo de acero en la base del pedestal para su traslado. Estas labores también implicaron la reubicación de tubos de instalación eléctrica que no debían quedar bajo el monumento.
En cuanto a la placa de mármol blanco, esta presentaba fisuras en las esquinas, suciedad y grafitis. Los bordes de la placa tenían golpes y las letras perdieron el color, lo que dificultaba su lectura.
Para esta pieza se realizó un lavado y un blanqueamiento con jabón y ácido muriático. También se lijaron los bordes, se texturizó el escudo y se pintaron las letras en color negro para mejorar la lectura de los textos. Por otra parte, se rellenaron las grietas con el polvo de mármol que se recuperó durante el lijado y se les aplicó ácido oxálico para sellarlas.