No más océanos de plástico

¿Sabías que el planeta Tierra está cubierto por un 70% de agua? Además, el océano produce al menos el 50% del oxígeno del planeta, alberga la mayor parte de la biodiversidad de la tierra y es la principal fuente de proteínas para más de mil millones de personas en todo el mundo. Es por estas y muchas razones más que el 8 de junio celebramos el Día Mundial de los Océanos. Sin embargo, a pesar de la importancia que representa para la humanidad, en la actualidad se encuentran amenazados e inundados de plástico desechable y microplásticos. 
Las principales consecuencias del consumo de los plásticos de un solo uso por parte de los humanos están en como este termina afectando a los océanos. Antes de que un trozo de plástico llegue a mar abierto, antes de que se hunda y llegue al fondo del océano, lo más probable es que ese plástico haya sido depositado en alguna de nuestras costas. 

Todos los años se vierten al océano alrededor de 13 millones de toneladas de plástico, explicó Luis Diego Marín, Coordinador regional de Preserve Planet en Costa Rica. Según ONU Medio Ambiente, esto equivale a vaciar el contenido de un camión de basura en el océano cada minuto.

Contaminación por plásticos

El plástico es la fracción más grande, más dañina y persistente de los desechos marinos, y representa al menos el 85% del total de esos desperdicios, según el documento, titulado De la contaminación a la solución: una evaluación global de la basura marina y la contaminación por plásticos. Además, advierte que, para 2040, los volúmenes de este material que fluirán hacia el mar casi se triplicarán, con una cantidad anual de entre 23 y 37 millones de toneladas. Esto significa alrededor de 50 kilogramos de plástico por metro de costa en todo el mundo.

Al respecto, Luis Diego Marín de Preserve Planet, refiere que todas las especies marinas, desde el plancton y los moluscos, hasta las aves, las tortugas y los mamíferos, se enfrentan a riesgos de intoxicación, trastornos del comportamiento, inanición y asfixia. Los corales, los manglares y los pastos marinos además están sofocados por desechos plásticos que les impiden recibir oxígeno y luz.

Otro de los efectos de esta contaminación en los océanos es la presencia de microplásticos en la cadena alimenticia. El plástico presente en el agua va descomponiéndose en microfragmentos que son ingeridos por la fauna marina, lo cual provoca que estos se introduzcan en nuestra alimentación. En 2016, según un estudio de la FAO, hasta 800 especies de moluscos, crustáceos y peces ya sabían lo que era comer plástico.

Asimismo, el cuerpo humano también es vulnerable a la contaminación que generan los residuos plásticos en los alimentos y bebidas que son empacados en ese material. Desde cambios hormonales, trastornos del desarrollo, anomalías reproductivas y cáncer, son solo algunos de los efectos dañinos del plástico. El plástico es ingerido a través de los productos del mar, bebidas e incluso la sal común, pero también penetran en la piel y pueden ser inhalados cuando están suspendidos en el aire.

En cuanto al costo económico la basura marina y la contaminación del plástico afecta, además, a la economía mundial. Los costos que acarrea la contaminación por plásticos en el turismo, la pesca, la acuicultura y otras actividades, como las limpiezas, se estimaron en entre 6.000 y 19.000 millones de dólares en 2018. Y se proyecta que para 2040 el riesgo financiero anual podría ser de unos 100.000 millones para las empresas si los gobiernos exigen que cubran los costos de la gestión de residuos en los volúmenes esperados.

Una estrategia que conlleve una solución única destinada a acabar con la contaminación será inadecuada para reducir la cantidad de plásticos que llegan a los océanos. Se necesitan múltiples intervenciones en la producción y uso del plástico. Por ejemplo:

  • las políticas de economía circular

  • la eliminación progresiva de productos y polímeros innecesarios, evitables y problemáticos

  • la adopción de instrumentos fiscales como impuestos, tasas y cargos

  • los sistemas de depósito-reembolso

  • los sistemas de responsabilidad ampliada del productor

  • las iniciativas para cambiar la actitud de los consumidores y "cerrar el grifo" de la producción de plástico virgen

En palabras del secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, los océanos y los mares nos conectan y son nuestro sustento. Es vital cuidarlos y protegerlos, sobre todo ahora donde la emergencia climática urge más que nunca. Es hora de actuar frente a la contaminación por plásticos, la sobreexplotación pesquera y los desiertos submarinos donde la vida acuática no prospera debido a la falta de oxígeno.

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