Estudiante de Ingeniería Industrial de Fidélitas propone el uso de bioplástico a base de semilla de aguacate
El ingenio es impulsado constantemente: Con esta investigación se busca elaborar implementos de bioplástico cuya biodegradación sea rápida y no contamine el planeta.
De las 300 millones de toneladas de plástico que se producen al año, más de diez millones de toneladas acaban en los océanos formando islas plásticas que generan daños irreparables. Cinco grandes acumulaciones de estos materiales plásticos se divisan en el océano Pacífico, Atlántico e Índico.
Precisamente con el objetivo de crear soluciones para eliminar el uso del plástico, la estudiante de Ingeniería Industrial de Fidélitas, Mariel Ureña Granados, apoyada el ing. Octavio Loayza León, profesor de Materiales y Procesos Industriales de la carrera de Ingeniería Industrial, se han dado a la tarea de investigar experimentalmente un biopolímero a partir de la semilla de aguacate.
El objetivo de este estudio es obtener un material idóneo, flexible y resistente para la elaboración de diferentes productos que sustituyan al plástico que son derivados del petróleo, pero que en su proceso de degradación sean altamente amigables con el ambiente, comentó la estudiante Ureña Granados.
Explicó que con el biopolímero de la semilla de aguacate han logrado determinar aspectos muy positivos, entre ellos su resistencia al frio y al calor. También comento que con este proyecto se contribuye a reducir significativamente el plástico en el planeta, por su alto contenido de materia vegetal.
“En este momento, la formulación más exitosa que hemos experimentado es la probada con la semilla de aguacate molida, con reactivos como agua, ácido acético (3%) y glicerina”, acotó la estudiante de Ingeniería industrial, quien también aseguró que el panorama es muy positivo porque su elaboración es rentable y económica.
Las pruebas de biodegradación con biopolímeros de aguacate se realizaron bajo la simulación de condiciones ambientales extremas como radiación ultravioleta, lluvia, humedad y calor. La biodegradación del material se da en 24 días, o sea, en menos de un mes el biopolímero se desintegra en el ambiente. El contenido de origen vegetal del biopolímero hace que se degrade en la tierra o en cualquier relleno sanitario.
Se sabe que otros proyectos de investigación utilizan almidón de maíz, yuca, ñame, papa, camote, etc., que al fin y al cabo son alimentos que se dejarían de consumir, mientras en este caso, más bien aprovecharíamos un material de desecho como lo es la semilla de aguacate.
El próximo paso es la elaboración y prueba de platos y cubiertos desechables, pajillas y bolsas plásticas, comentó el ing. Octavio Loayza León, profesor de Ingeniería Industrial de Fidélitas. El biopolímero tiene una huella de carbono mínima, siendo un producto que beneficia al planeta y ayuda a reducir la contaminación, con lo cual se haría un gran aporte al país, enfatizó.
Fidélitas, la número uno en ingenierías, es la única universidad privada que ha obtenido la acreditación de Ingeniería Industrial en San José. Cuenta con una malla curricular actualizada y un prestigioso cuerpo de profesores de alto calibre que ofrecen una formación muy robusta y de avanzada.
Fidélitas cuenta con laboratorios bien equipados y simuladores que refuerzan el aprendizaje de los estudiantes.